Los combates en Saná entre los rebeldes hutíes y las fuerzas leales al ex presidente Ali Abdalá Saleh han dejado 234 muertas y otras 400 heridas, de acuerdo al Comité Internacional de la Cruz Roja. El nuevo balance, realizado con informaciones de los centros de salud de la capital yemení, casi duplica la cifra de víctimas anunciada ayer, cuando se habían informado de 125 muertos y 238 heridos. El asesinato de Ali Abdullah Saleh a manos de los rebeldes chiíes ante el colapso de su alianza ha llevado a la guerra civil que sacude al país árabe desde hace casi tres años a un nuevo e impredecible caos. Un video mostró el lunes el cuerpo de Saleh, con una enorme herida en la cabeza, siendo arrojado a una camioneta por los rebeldes, un final que recuerda a lo ocurrido con otro dirigente contemporáneo de Saleh, Moamar Gadafi, en Libia en 2011. La caída de Saleh podría dar a los rebeldes, conocidos como hutíes, una ventaja en la batalla por la capital del país, Saná, que dura ya varios días. El deceso acaba además con las esperanzas del gobierno reconocido internacionalmente y respaldado por Arabia Saudí de que la reciente ruptura entre Saleh y los rebeldes, apoyados por Irán, los pudiese debilitar y dar al ejecutivo y a la coalición una oportunidad para dar la vuelta a un estancado conflicto que ha provocado una crisis humanitaria en el país. Fuente: Ámbito