En un clima de máxima tensión política y social, con media Ciudad sitiada por cortes de tránsito y manifestaciones, el Gobierno buscará de nuevo esta tarde darle sanción definitiva a la polémica ley de Reforma Previsional tras la fallida y escandalosa sesión del jueves pasado. Para eso, la Casa Rosada no sólo se aseguró el quórum, que según fuentes oficiales sería de entre unos 140 y 150 diputados, un número algo menos justo que la semana pasada. Si no que tratará de darle un fuerte espaldarazo político al mediodía, cuando el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio -no se descarta la presencia de algún otro funcionario- se muestren junto a al menos una docena de gobernadores en la Cámara baja, dos horas antes del horario al que se convocó a la sesión especial. No habrá conferencia de prensa, como se había especulado a última hora de ayer. Será una señal política de una buena parte de las provincias al bono compensador que el Poder Ejecutivo negoció en la tarde del viernes con un grupo de mandatarios -Juan Manuel Urtubey y Gustavo Bordet, entre otros- y diputados para intentar palear el recorte a los jubilados y enderezar la sesión de hoy.