En dos semanas Nahir Galarza, la joven acusada de matar a su exnovio en Gualeguaychú, pasó de admitir el crimen a considerarse una víctima de la violencia de género y hablar de un supuesto accidente con la moto que derivó en los dos disparos que terminaron con su vida. La nueva versión, sin embargo, no convence. "Un arma no se dispara por accidente dos veces a quemarropa", afirman los especialistas. La posibilidad de que se escapen dos disparos de manera involuntaria es "un 99,99%" improbable, sostuvo un instructor de tiro que prefirió resguardar su identidad, en diálogo con el diario El Día. “Las pistolas modernas, Glock, H&K, CZ, S&W, Bersa, tienen varios seguros manuales y automáticos, por lo que hay un 99,99% de probabilidades que no se disparen", reafirmó. Pero lo que hace aún menos verosímil la hipótesis, es que suceda dos veces seguidas. En ese sentido el especialista aclaró: "Un arma no se dispara por accidente dos veces a quemarropa: una vez por la espalda y otra por el frente”. En el nuevo relato que Nahir dio ante el fiscal, no habló de tiros sino de "explosiones" y hace mención a un forcejeo y a intentar quitarle el arma a Fernando Pastorizzo. “Cuando me agarré de él le saqué la pistola, ni siquiera miré cómo la agarré. En ese momento él frena de golpe y yo sentí la primera explosión”, manifestó. La segunda explosión la sintió cuando ya se habían caído de la moto. De todas maneras, si se comprobara su versión de los disparos accidentales, habrá que determinar qué responsabilidad le cabe por el abandono de persona que cometió al dejar a su exnovio agonizando en la calle e irse sola a su casa sin pedir ayuda ni reportar lo que había sucedido. En las últimas horas Sergio Rondoni, el fiscal a cargo de la causa, indicó que no lo "sorprendió" la nueva declaración de la detenida y añadió además que "no aportó ningún cambio sustancial en la investigación".