La resolución ya está firmada y a partir del lunes cuando se publique en el Boletín Oficial de la Nación, las bodegas argentinas podrán comercializar vinos para venta directa al público en envases de acero inoxidable, es decir, que se puede vender  en “tanquecitos, garrafas o latas” de hasta 50 litros como lo hace la cerveza. La resolución del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), está en línea con los reclamos de la industria y principalmente de los consumidores quienes desde hace un tiempo, en varios estudios, le reclaman a los productos vitivinícolas mayor versatilidad a la hora de elegirlos en la góndola. Esto sostiene que “este tipo de recipiente permite mantener al vino bajo una atmósfera inerte, evitando alteraciones del mismo y conservando las características físico-químicas y organolépticas del producto original”. Cabe recordar que el consumo del vino está en caída. En este sentido, según datos del INV al cierre del año pasado el consumo per cápita alcanzaba a 20 litros. Mientras que se calcula que con la baja de las ventas en el mercado interno, en este momento, ya es probable que ese piso haya sido perforado, alcanzando los 19 per cápita.  En tanto, según datos de la Cámara de la Industria Cervecera Argentina, la cerveza, principal competidor del vino viene en franco ascenso. Así en los últimos 20 años, el consumo per cápita de cerveza creció, ocupando nuevas ocasiones de consumo y desplazando a otras bebidas con mayor contenido de alcohol. Las cerveceras lograron su pico entre 2011 y 2012 con 45 litros per cápita. Aunque en el último año se ubicaron en los 43 litros por persona.  Según explicaron desde INV, si bien esta resolución específica es para contenedores de acero inoxidable similares a los que se utilizan en la industria cervecera, también  se podrá envasar vino en latas de aluminio. Pero reconocieron que muchas empresas descartan la posibilidad por alto costo de este packaging.  Algunos datos de la resolución La resolución del INV, tiene algunas claves, entre ellas, sostiene que “que para ser servido el vino a partir de estos envases, es necesario de un sistema de extracción, entendiéndose por sistemas de extracción además del envase, al conjunto de reguladores, picos, mangueras, conectores, canillas, válvulas, gases y todo otro elemento que posibilite el servicio directo”.  Si bien es novedoso para Argentina, este packaging en otros países del mundo ya se emplea y por  lo general, “este tipo de servicio, beneficia fundamentalmente al consumidor y en definitiva a la cadena vitivinícola”.  Desde el Instituto aclararon que muchas empresas estaban interesadas en vender con estos nuevos envases por lo que se analizó con rigurosidad los posibles proveedores del sistema para evitar problemas o fraudes.  Francisco Do Pico, director de RRII de Grupo Peñaflor, indicó que es una “excelente iniciativa para promover la innovación en nuestra industria y por ende la llegada al consumidor, que siempre busca experiencias distintas”. Y agregó que “en Peñaflor siempre estamos a la vanguardia de la industria, estudiando y pensando nuevos productos vínicos”. Por su parte, Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, graficó una situación que vive el consumidor a diario y dijo: “si uno quiere una cerveza podés elegir, entre una botella chica o grande, una lata de 350 cc o de 500 cc, es decir, hay mucha diversidad de envases. En nuestro caso el vino no tiene versatilidad. Desgraciadamente, un envase como el bag in box que ha tenido muy buenos resultados  en el mundo en Argentina no ha funcionado por la gente lo asocia al multilaminado”.  Entonces,-continúa- lo que ha hecho el INV es permitir a la incorporación de un envase cerrado y hermético que no se puede rellenar con la idea de acompañar a la industria y fomentar el consumo.  Esta no es la primera medida que toma para innovar el organismo ya que a principio de año oficializó el método de determinación de gluten en vinos que permite acreditar la condición de Libre de Gluten en etiquetas y envases, otro argumento más de venta. Lo cierto es Bodega Galán, que participará de la misión comercial a China que llevará adelante el ministerio de Economía de la provincia, tiene previsto abrir un espacio para stockearse en la zona franca de Shangái en China, con el sólo propósito de estar más cerca de los clientes.  “Llevamos 18 años trabajando en China, pero lo que nos sucede siempre es que si un importador nos hace un pedido entre que se concreta la operación y llega pasan unos 3 meses. Además de ello, el importador tiene que pedir como mínimo un contenedor, pagar todos los impuestos juntos y pero luego quizás tarda 6 meses en colocar la mercadería.  Nuestra idea, y por ello es que viajamos a China es abrir un espacio en la zona franca o en la hub logístico de Shangái para tener allí vinos y en la medida que nos lo soliciten ir liberándolos”, así le contó a Los Andes, Antonio Blanco González, de bodega Galán, quien desde 1997 está trabajando en la zona, con dos marcas propias y otras que desarrollan específicamente para sus importadores.  Datos del Observatorio Vitivinícola Argentino muestran que  un comportamiento errático. En el 2008 se colocaron ventas por 26 millones de litros de vino lo que reportó 13 millones de dólares en ventas FOB. En tanto en 2017 se vendieron sólo 4,8 millones de litros pero estos reportaron ingresos por 22 millones de dólares FOB, principalmente traccionado por la mejora de los precios promedios del fraccionado.  Claves Boletín Oficial: A partir del lunes las bodegas que estén interesadas en utilizar este tipo de envases podrán hacerlo, una vez que estén registrados los proveedores en el INV.  Hasta 50 litros: El volumen de cada envase no podrá superar los cincuenta litros. Latas, garrafas y barriles se podrán comercializar. Se hace en otras partes: En otros países del mundo ya se emplea este tipo de servicio, beneficiando fundamentalmente al consumidor y la cadena en general.  FUENTE: Los Andes