El 12 de julio, María Eugenia Vidal inauguró un puente sobre el arroyo Piñeyro, en el partido bonaerense de General Arenales. Ante las autoridades locales y el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, Roberto Gigante, la gobernadora terminó de polarizar la contienda bonaerense: "Hay que elegir entre el pasado del abandono y el futuro de las obras hechas". El destinatario de esas palabras, Axel Kicillof, amenaza con arrebatarle la provincia que reúne el 37% del electorado. Se trata de una "batalla" en la que el oficialismo buscará que el corte de boleta juegue a su favor mientras que la oposición apuesta por la alta imagen positiva de Cristina Kirchner en el Conurbano y el rechazo de esa región hacia Mauricio Macri. En este escenario, la elección asoma más compleja para Vidal, que enfrenta un problema que podría costarle la administración bonaerense: la tracción negativa de votos de Mauricio Macri en ese territorio. Para revertir esta situación, la mandataria provincial necesita un corte de boleta superior al de 2015 cuando fue de alrededor de 6 puntos. La negativa de buena parte de los bonaerenses a las políticas de la Casa Rosada pueden jugarle una mala pasada, por lo que el equipo de trabajo de la mandataria apuesta a que los votantes de Roberto Lavagna corten boleta e incorporen a Vidal en el sobre. En 2015, Vidal obtuvo siete puntos más que Macri en la provincia de Buenos Aires. Lo que históricamente fue un corte de boleta del 3% en el territorio bonaerense, en esta elección podría multiplicarse por tres, o eso es lo que espera el equipo de trabajo de la Gobernadora, aunque la empresa asoma compleja. Creen, a su vez, que un mal resultado en las PASO podría golpear la campaña presidencial de Macri. Por su parte, Kicillof mantiene una campaña silenciosa, sin entrar en polémicas con Vidal. El exministro de Economía de Cristina Kirchner apuesta por el voto castigo a Macri y al efecto positivo que genera la candidata a vicepresidenta del Frente de Todos en las regiones más golpeadas del Conurbano. De hecho, acompañó a Cristina durante la presentación de su libro, "Sinceramente", en Mar del Plata, ciudad en la que una semana antes había visitado junto a Alberto Fernández. "La provincia se merece un gobernador como Axel", escribió en varias oportunidades en su cuenta de Twitter. En la etapa final de la campaña, Kicillof apostó por recorridas en localidades donde el kirchnerismo cuenta con el visto bueno del electorado. Entre estos se encuentra las localidades de Las Heras, Marcos Paz, Escobar, Olavarría, Azul y Florencio Varela. FUENTE: TN