La variante Ómicron sigue generando titulares en los medios y complicaciones en la humanidad. En un estudio realizado por científicos norteamericanos detectaron que esta mutación, cuando se posiciona como dominante, genera un incremento en los casos de crup en los más chicos. Esta enfermedad, también denominada como laringotraqueobronquitis, afecta principalmente a bebés y niños pequeños; y tiene como principales síntomas una tos característica y una inhalación ruidosa y aguda. En ese sentido, el estudio evidenció que con esta mutación se detectaron cuadros más graves. Según este estudio, efectuado por médicos del Boston Children’s Hospital (Estados Unidos), se registró un total de 75 niños pequeños que debieron ingresar a emergencias por esta patología.  El crup se produce como consecuencia de una infección viral, la cual desencadena una inflamación en la laringe, la tráquea y los bronquios, que provoca una tos fuerte y distintiva (algunos expertos la describen popularmente como una foca ladrando). Sin embargo, cuando el cuadro se agrava, en el afán por poder respirar el niño puede producir un silbido agudo conocido como estridor. Según explican, los síntomas pueden desaparecer en unos cinco días; aunque en algunos casos persisten y necesitan mayor asistencia médica. “La mayoría de los casos de laringotraqueobronquitis pueden tratarse en el ámbito ambulatorio con dexametasona y cuidados de apoyo”, señaló Brewster. Al tiempo que explicó que “la tasa de hospitalización relativamente alta y el gran número de dosis de medicación que necesitaron nuestros pacientes con laringotraqueobronquitis por COVID-19 sugieren que este virus podría causar un laringotraqueobronquitis más grave en comparación con otros virus”, por lo cual instó a “seguir investigando para determinar las mejores opciones de tratamiento para estos niños”. Fuente: Infobae