Tres hombres fueron imputados tras haber cometido un acto aberrante que estremeció a la Ciudad de Córdoba el pasado 18 de septiembre. Se los acusa de haber sido partícipes en la violación grupal a una joven de 25 años, quien terminó con graves lesiones. La chica había sido hallada al costado de una ruta, en la zona sureste de la ciudad de Córdoba, informaron hoy fuentes judiciales. Según la investigación preliminar, la víctima sufrió mutilaciones en la lengua y fractura de pelvis y esa madrugada fue hallada por un automovilista “tirada y sin posibilidades de moverse por sí misma”, en la banquina de ruta Circunvalación, contó a Télam el abogado Carlos María González Quintana, representante de la muchacha. El letrado detalló que la mujer seguía hoy internada en el Hospital de Urgencias, de la capital local, y allí los estudios develaron que fue “violada, le ocasionaron graves lesiones en la zona genital, fractura de pelvis y mutilación en la lengua causada por la extirpación violenta de un piercing”. Además, el cuerpo presentaba “escoriaciones” que serían consecuencias de haber sido arrastrado por la carpeta asfáltica de la ruta, probablemente en el mismo lugar donde fue encontrada. En la causa interviene el equipo de forenses del Polo de la Mujer con tareas de contención psicológica, cuidados médicos y está próximo a recibir el alta para iniciar su recuperación en su casa, indicó González Quintana, quien anticipó que ese proceso va a ser “muy largo y complejo, porque la lesión más importante está en su psiquis”. Más allá del daño físico, el representante legal de la mujer agredida -cuyo nombre no trascendió para evitar un proceso de revictimización-, anticipó que el proceso de recuperación va a ser “muy largo y complejo, porque la lesión más importante está en su psiquis”. Y afirmó: “Da escozor el nivel de sadismo, bestialidad y perversidad de estos seres humanos”. Para el letrado, por la magnitud del ataque “no hay otra explicación que quisieron matarla”. Asimismo, reprochó el accionar del Estado y la Justicia dado que la joven ya había denunciado un primer abuso sexual en 2018. Hace seis meses se presentó nuevamente en una sede judicial para revelar que otra vez había sido agredida sexualmente y, finalmente, ahora está hospitalizada como consecuencia de otro episodio de abuso y lesiones. En los dos casos anteriores los acusados eran los mismos hombres que ahora están imputados por la violación y las lesiones. De acuerdo con el abogado, también hubo 25 y 30 denuncias por robos, actos de violencia, hostigamiento y amenazas de muerte que estás personas cometieron desde hace cuatro años, tanto a la víctima de abuso sexual y lesiones graves como a los restantes miembros de su familia. “Todas estas denuncias con las cuales la familia buscaba protección cayeron en saco roto. Tuvo que salir en los medios para que la justicia actuara”, cuestionó González Quintana. Y, consideró: “Las políticas públicas y la justicia fallan. No llegan a las familias de los sectores sociales, económicos y culturales desfavorecidos, vulnerables. Por milagro esta chica no está muerta”. La joven y su familia provienen del interior provincial y desde hace un tiempo están radicados en la capital cordobesa. El abogado explicó que los atacantes son parte de un grupo social que integraba la joven y que, desde la primera denuncia, esta había sido “amenazada de muerte” por los ahora imputados de la violación y las lesiones. Fuente: Los Andes