Mario Aguerrido, el abogado que representa a Cristian, el padre de Lucio Dupuy, brindó nuevos detalles sobre el maltrato que sufría el niño. Manifestó que tras el asesinato hubo, en el ámbito de la administración, más de 300 ingresos a la historia clínica del nene, por lo que iniciarán "una acción por daños y perjuicios contra el Estado provincial". “Estamos esperando una perpetua porque tienen cuatro agravantes, tres de los cuales están acreditados: que son la alevosía, el ensañamiento y el vínculo en el caso de la madre”, aseguró el letrado. Respecto al crimen perpetrado el 26 de noviembre del año pasado, el letrado expresó que "el ataque fue de Abigail" ya que ella, en su testimonio ante los tribunales de La Pampa, “reconoce que le hizo algo, que lo castigó". "La madre dice que cuando se fue de la casa, lo dejó vivo. Los movimientos de ese día quedaron registrados por una cámara ubicada frente a la vivienda. A las 17:32 se lo ve a Lucio vivo por última vez”, explicó. “Abigail Páez sale a las 19:40. Previamente, en el lapso entre las 17:32 y las 19:40, se produjo la última golpiza o ataque. Lucio había hecho ‘algo’, por lo cual ella lo castiga. Luego sale y vuelve a las 20:40”, agregó Aguerrido. Y recalca: “Es allí cuando ve que Lucio no se ha recuperado de la paliza que le dio. No precisa cómo lo castigó; es ambigua, aduce tener lagunas. Tiene precisión sobre todo lo demás, pero no en el detalle de ese momento. Solo dice que no lo quería matar". Por otro lado, el resultado de la autopsia que realizó el médico forense, Juan Carlos Toulouse, arrojó que Lucio falleció a causa de una "feroz golpiza" y que presentaba "lesiones en varias partes del cuerpo". Además, fue víctima de "abusos sexuales recientes y de vieja data". Al respecto, Aguerrido manifestó que el informe "revela golpes, órganos rotos y determina la existencia de abuso sexual cometido recientemente y en algún momento en los seis meses previos a la muerte". Magdalena Espósito Valenti, la madre, está imputada por homicidio triplemente calificado por el vínculo, por el ensañamiento y la alevosía; a esto se suma el abuso sexual gravemente ultrajante por su duración y formas concretas de realización, y triplemente agravado por ser la guardadora del niño, porque fue cometido por dos personas que además convivían con la víctima al momento de los hechos. Abigail Páez enfrenta los mismos cargos, pero sin el agravante del vínculo.