El Arzobispado de San Juan de Cuyo convocó a una conferencia de prensa luego de que el viernes pasado la UFI Cavig allanara la sede de calle Mitre para secuestrar documentos vinculados a la nueva causa por la que se investiga al cura Walter Bustos, que viene de ser condenado por abusar de un sobrino y, luego, un chico de 15 años lo denunció por violación. La ronda de prensa estuvo integrada por el monseñor Jorge Lozano, los abogados Cristina Naveda y Rubén Lloveras, y el presbítero David Gómez. Durante la conferencia dejaron en claro que desde la Iglesia no se evitó que el caso del joven de 15 años llegara a la Justicia. Argumentaron que luego de que el chico contara lo sucedido con Bustos, no hubo una recomendación para que no denunciara el hecho sino que, al contrario, lo instaron a él y a la madre a que lo hicieran.. Las fuentes ligadas a la investigación judicial informaron que se encontró un documento confeccionado en octubre de 2018 por el juez instructor del Tribunal Diocesano, David Gómez (también sacerdote), en cuyo tramo final se hace mención al juramento de "guardar secreto de lo actuado". Al respecto, Gómez dijo hoy que, “el juramento de guardar secreto es una fórmula que corre para el que ha actuado, en este caso yo como investigador y al notario, es decir, para el actuante de la iglesia que corre en torno a que no podemos estar ventilando la intimidad de las personas. El juramento a decir verdad le corresponde a toda persona que va a decir algo en contra de toda persona, es una fórmula en todas las castas. Entonces, nos preguntaban si hemos estado intentando ocultar esto, absolutamente no”. Consultada sobre por qué no fue el Arzobispado quien motorizó ir a la Justicia, Naveda dijo que “al momento de la denuncia el Arzobispado se encontraba imposibilitado de realizar la denuncia por tratarse de un hecho de acción privada”, poniendo como reparo lo que por entonces rezaba el Artículo 72 de Código Penal. La denuncia fue antes del 25 de octubre de 2018, cuando cambió la norma. Cuando tomó la palabra monseñor Lozano, buena parte de su tiempo lo utilizó para hacer alusión a que no hubo una acción deliberada de querer ocultar o entorpecer el accionar de la Justicia y, según él, tampoco el allanamiento. “En este proceso canónico en cuanto tuvimos noticias de los hechos denunicados procedimos a la suspensión, trasladarlo de parroquia, una medida precautoria, mientras se desarrollan los procedimientos canónicos”, dijo, y agregó “seguimos con atención el proceso judicial y, una vez concluido, se cerrará la instancia canónica, más allá de los testimonios que tenemos nosotros”. Además le mandó un recado a Fiscalía, que había cuestionado la postura de Lozano y compañía al momento del allanamiento del pasado viernes: "Nunca hubo una oposición ni una falta de respeto", y cerró “firmé el acta en disconformidad porque consideraba que podríamos haber entregado el material sin mediar un allanamiento. A la hora de firmar pensé que era bueno dejar constancia. No hemos ocultado nada, nos hemos ajustado a lo que decía la norma en ese momento”.