Martes 26.11.2024
Actualizado hace 10min.

Insólito caso de mala praxis: tenía un tumor en el riñón izquierdo y le extirparon el derecho

En estos días se conocerá la sentencia a los acusados por falta profesional en la operación de una jubilada de 61 años de Puerto Madryn.

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Últimamente estuvo resonando el tema de la mala praxis, por el caso de Silvina Luna y el cirujano Aníbal Lotocki. Así fue cómo estos días resurgió un suceso insólito, ocurrido en 2017 en Puerto Madryn: a una jubilada le habían detectado un tumor en el riñón izquierdo, pero cuando se despertó de la operación, se dio cuenta de lo peor: le habían quitado el riñón derecho. En las próximas semanas se dará a conocer el fallo de la primera instancia del juicio contra los denunciados por la víctima.

Aída Luz Suhurt es una jubilada de 61 años que vive en Puerto Madryn y solía trabajar en una panadería familiar, junto con su marido y su hijo. Su vida cambió por completo luego de que los médicos del Sanatorio de la Ciudad le practicaran una cirugía laparoscópica renal, en la que se le haría una nefrectomía (extracción de un riñón o parte de él) del órgano izquierdo, en la cual le terminaron extirpando el derecho, que estaba sano.

Ahora la vecina de Chubut deberá realizarse estudios nefrológicos (renales) por el resto de su vida y tener un seguimiento psicológico, debido a la “depresión” que le ocasionó la pérdida de un órgano sano y el miedo de correr más peligros de salud, según explicó Camilo, su hijo.

EL PRIMER DIAGNÓSTICO DE LA JUBILADA DE PUERTO MADRYN

En enero de 2017, Aída fue al hospital por un chequeo a hacerse una ecografía abdominal. Los médicos detectaron que tenía litiasis vesicular (cálculos en la vesícula) y un quiste en el riñón izquierdo. Luego del resultado, le hicieron una tomografía computada helicoidal de abdomen con contraste oral y endovenoso y, efectivamente, tenía un tumor.

Luego de varios estudios médicos y exámenes prequirúrgicos, el 27 de abril de 2017, la mujer fue al sanatorio a hacerse la nefrectomía del riñón izquierdo. Luego de la operación, expresó molestias en el lado derecho y, al consultarle al doctor, le explicó que le habían extirpado el órgano derecho.

El abogado de la víctima contó que ella se atendió con otros médicos y especialistas, tanto en nefrología como oncología, quienes “le confirmaron que la nefrectomía derecha había sido innecesaria” y que ella sufrió una “cirugía mutiladora”, ya que le causó todo tipo de daños, tanto físicos como psicológicos.

LOS MÉDICOS ACUSADOS POR MALA PRAXIS EN PUERTO MADRYN

El juicio que inició Nicolás Schick, abogado de Aída, fue por daños y perjuicios contra el Sanatorio de la Ciudad de Puerto Madryn, el urólogo Jorge Blesser y el médico colaborador Martín Piana, y se realizó en el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil Número 14, a cargo del doctor Federico Causse y la Secretaría Única, a cargo de Cecilia Caire.

“No existía tumor en el renal del lado derecho, no se intentó reimplantar el órgano inmediatamente cuando los médicos advirtieron el error al extraerlo. No se pueden intervenir ambos riñones en un mismo abordaje quirúrgico, todo lo cual revela vicios, deficiencias, errores, imprudencias, inobservancias y negligencias no solo en el error de diagnóstico, sino también en la falta de información adecuada y suficiente a la señora Suhurt”, explicó el abogado de la mujer.

El abogado del urólogo Blesser explicó que el doctor había tenido que extirpar el riñón derecho ya que también ahí tenía otro tumor, aunque eso no apareció en ningún parte médico. “Si bien es cierto que se practicó una nefrectomía total de riñón derecho, no es menos cierto que aquella se encuentra plenamente justificada en base al estado de necesidad que tuvo que actuar el médico en virtud de lo aquí manifestado”, justificó.

LA ANGUSTIA DE AÍDA Y SU FAMILIA TRAS LA OPERACIÓN

La familia de la damnificada expresó que no había forma de que su otro órgano estuviera mal y que había sido un error de los médicos. “La anatomía patológica nunca indicó que el riñón derecho también tenía cáncer. Es obvio que han tocado las muestras para cubrirse legalmente”, contó Camilo, el hijo de Aída.

Además, explicó que su madre está preocupada ya que si vuelve el cáncer, tendría que someterse a diálisis, por lo que se encuentra deprimida. “Lo peor de su cuadro es que como ya no confía en los médicos, se resiste a darle regularidad a su tratamiento psicológico”, manifestó.

“Mi mamá es lo más preciado que tengo. Y no voy a descansar hasta pegarle a los médicos y al sanatorio donde más les duele: prestigio y dinero. Si mi mamá llega a quedar internada nuevamente necesito plata. Así de simple”, afirmó su hijo.