El papa Francisco cerró este domingo la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se realizó en Portugal. Tras una multitudinaria vigilia, encabezó una misa ante más de un millón de jóvenes que se reunieron en el Parque Tejo de Lisboa, donde se anunció que la próxima edición será en 2027 en Seúl, Corea del Sur. Durante su homilía, el papa se dirigió a los jóvenes "que cultivan sueños grandes pero frecuentemente ofuscados por el temor de no verlos realizarse", "que a veces piensan que no serán capaces" y se ven "tentados" por "el desánimo, por juzgarse fracasados o por intentar esconder el dolor disfrazándolo con una sonrisa". "A ustedes, jóvenes, que quieren cambiar el mundo y luchar por la justicia y la paz; que le ponen ganas y creatividad, pero que les parece que no es suficiente; a ustedes, jóvenes, que son el presente y el futuro; sí, precisamente a ustedes, jóvenes, Jesús les dice: No tengan miedo", aseguró. Francisco remarcó que "no nos volvemos luminosos cuando nos ponemos debajo de los reflectores, cuando exhibimos una imagen perfecta y nos sentimos fuertes y exitosos", sino "cuando, acogiendo a Jesús, aprendemos a amar como Él, porque esta es la verdadera belleza que resplandece: una vida que se arriesga por amor". En otros tramos de su mensaje, invitó a los jóvenes a "amar al prójimo tal como es" y a escuchar "las voces de dolor de los pobres y de los más frágiles, y el grito de la tierra herida y maltratada". También se refirió a la invasión rusa en Ucrania y reiteró su pedido de paz. "Amigos, permítanme que yo, ya viejo, comparta con ustedes, jóvenes, un sueño que llevo en el corazón: el sueño de la paz, el sueño de los jóvenes que rezan por la paz, viven en paz y construyen un futuro de paz. Ustedes son la esperanza para un mundo diferente. ¡Sigan adelante!", los animó. Por último, el papa anunció que en 2025 se celebrará el Jubileo de los Jóvenes en Roma, Italia; y dos años después, en 2027, se realizará la próxima edición de la JMJ en Seúl, Corea del Sur. Esta tarde, Francisco se reunirá con los voluntarios que participaron del evento antes de regresar al Vaticano.