A tan solo un mes de las elecciones que podrían definir al próximo presidente, el Gobierno se enfrenta a una semana crucial en el Congreso con dos cuestiones de gran repercusión social. En la Cámara de Diputados, se someterá a votación la reforma del Impuesto a las Ganancias propuesta por el Ministerio de Economía, mientras que el Senado abordará la discusión de la nueva ley de alquileres. Además, se acordará el calendario para el tratamiento del Presupuesto 2024, que fue presentado el pasado viernes. En la Cámara de Diputados, el Frente de Todos ha acelerado significativamente el debate sobre la reforma del Impuesto a las Ganancias. El proyecto, que Sergio Massa promueve como uno de los pilares de la campaña electoral, fue presentado el miércoles, comenzó a discutirse en la Comisión de Presupuesto y Hacienda el jueves, se espera que obtenga dictamen este lunes y llegue al recinto para su votación el martes. La iniciativa exime del pago del tributo a trabajadores de la cuarta categoría y crea un “régimen cedular” por el cual pagarán los contribuyentes de “mayores ingresos” a partir de 15 Salarios Mínimos, Vitales y Móviles, un monto estimado en 1.770.000 pesos que actuará como mínimo no imponible. Juntos por el Cambio sostiene que las últimas medidas económicas de Massa podrían conducir a una “hiperinflación” y no dará quórum. A pesar de que Evolución Radical impulsa una de las universidades (la de Río Tercero, en Córdoba), el interbloque cerró filas y ningún diputado bajará para habilitar la sesión. El debate está en pleno terreno electoral. “No quieren aprobar el proyecto (de Ganancias) para que (Javier) Milei no los corra por derecha. Y al mismo tiempo quieren que no haya ley porque si ganan la van a boletear”, advirtió Germán Martínez. Milei, que en los últimos días fue señalado por un supuesto acuerdo con Massa en torno al Presupuesto, todavía no reveló cómo votará. En este contexto, el Frente de Todos busca asegurarse el respaldo de diversas fuerzas políticas en el Congreso. Estos incluyen el apoyo del Frente de Izquierda, así como de los legisladores bonaerenses Alejandro "Topo" Rodríguez y Graciela Camaño. También se cuenta con el apoyo del interbloque Provincias Unidas, que está compuesto por los oficialismos de Misiones y Río Negro. Además, se están explorando posibles aliados adicionales, como Rolando Figueroa, el gobernador electo de Neuquén, quien mantiene una buena relación con Sergio Massa. En el bando opuesto, se posicionaron en contra de la reforma del Impuesto a las Ganancias Juntos por el Cambio, el bloque Córdoba Federal, y Florencio Randazzo, quien es compañero de fórmula de Juan Schiaretti. Además, el Partido Socialista, que respaldó el triunfo del radical Maximiliano Pullaro en Santa Fe, también ha manifestado su oposición a la medida. Esa fuerza dio a conocer su postura el viernes: “La situación crítica del país no se resuelve con oportunismo político. Sin un plan económico concreto, ninguna medida servirá”. En el Senado, la intención es debatir la nueva ley de alquileres. En caso de ser aprobada, el proyecto regresaría nuevamente a la Cámara de Diputados, ya que el dictamen de mayoría introdujo modificaciones en relación a la media sanción original. La propuesta apunta a mantener los contratos de alquiler con una duración de tres años y ajustar los precios cada seis meses en base al índice "Casa Propia", que considera el promedio más bajo entre los salarios y la inflación. El proyecto sería aprobado con los votos del oficialismo y aliados, además del bloque Unidad Federal, que encabeza el jujeño Guillermo Snopek, con el que se negociaron las modificaciones. Juntos por el Cambio avala la versión de Diputados: contratos de dos años, actualizaciones cada cuatro meses y libertad para definir el índice entre las partes. Además, está previsto que se debata el proyecto que regula los alquileres temporarios con fines turísticos y las plataformas que ofrecen estos servicios, como Airbnb. Este proyecto fue producto de un acuerdo entre el oficialismo y la UCR. Sin embargo, el radicalismo se encontró en una posición complicada después de que el PRO expresara su oposición al proyecto, lo que pone en riesgo la unidad del interbloque a la hora de votar esta iniciativa.