Se confirmó que el anciano que había sido encontrado sin vida el último domingo en su casa de Chimbas fue asesinado. En un primer momento, los investigadores tenían sospechas de que el hombre había sido víctima de una maniobra criminal.   Y eso fue finalmente corroborado este lunes, cuando desde la UFI de Delitos Especiales confirmaron que el anciano fue asesinado de una manera atroz: lo estrangularon con un cinto hasta matarlo y luego lo arrastraron por el interior de su vivienda.   Al mismo tiempo, el caso dio un grio inesperado, ya que las autoridades detuvieron a dos sospechosos muy cercanos a la víctima, su sobrino y la esposa, expresaron fuentes del caso. La víctima fue identificada por las autoridades como Carlos Guillermo Crespillo, de 79 años. Este hombre fue encontrado a las 16 horas de ayer en su casa ubicada en calle Oro 615 Este. Esa casa está separada en dos: en la parte delantera vivía la víctima. Y en la parte de atrás, su sobrino, identificado por fuentes judiciales como Maximiliano Roldan Crespillo; su esposa, Yamila Núñez, y los tres hijos menores de ambos.  Lo que se sabe es que en plena siesta, los efectivos de la Comisaría 17ma fueron convocados a ese domicilio porque habría un hombre muerto. Los efectivos ingresaron a la vivienda y encontraron al anciano en una de las habitaciones. De entrada, los policías supieron que estaban ante un crimen: el cuerpo estaba boca abajo y a su cuello lo rodeaba un cinturón, elemento con el que lo habían estrangulado hasta matarlo, detallaron voceros del caso. Y no solo eso, también encontraron indicios de que habían arrastrado el cadáver desde la cocina-comedor hasta ese sector de la vivienda. Inmediatamente, los efectivos convocaron a sus pares de Criminalística. Rápidamente, esos uniformados encontraron señales de que a la casa de la víctima habían entrado por la fuerza: la puerta principal del domicilio estaba violentada. Más allá de esa señal, extrañamente en el interior de la casa del anciano no había revoltura, ni faltantes de objetos de valor, informaron fuentes judiciales. Los policías supieron en base a testimonios de vecinos que la última vez que vieron al anciano fue el último viernes. Si bien no dieron detalles, las sospechas de los pesquisas recayeron en el sobrino del hombre y en su esposa, quienes viven en la misma casa, aunque cada puerta y ventana que comunican sus espacios habían sido cerrados o obstruidos con muebles. Es decir, cada vivienda tenía un ingreso independiente. Así fue como desde la UFI de Delitos Especiales solicitaron al juez de Garantías de turno una orden de allanamiento y detención para los parientes de Crespillo. Ambos fueron detenidos por el asesinato del hombre y además incautaron el cinturón con el que estrangularon al anciano, celulares y prendas de vestir.