Al período de sesiones extraordinarias del Congreso todavía le queda una semana. Sin embargo, los libertarios ya descartan cualquier tipo de actividad en la Cámara de Diputados. La ofensiva de la Casa Rosada contra los gobernadores luego del traspié de la Ley Ómnibus tensionó aún más el ambiente y los diputados de La Libertad Avanza esperan poder hacer borrón y cuenta nueva a partir de marzo. Según explicaron a Infobae, Martín Menem se inclina por un giro estratégico para compensar la debilidad legislativa del oficialismo: de ahora en más buscarán presentar leyes “más cortas” que hagan más fácil conseguir apoyos. Algunos legisladores dentro del bloque oficialista esbozaron críticas por lo bajo al modo en que llevaron adelante las negociaciones el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el principal estratega del Gobierno, Santiago Caputo. Y tampoco están de acuerdo con la estrategia de polarizar con los gobernadores y acusar de traidores a los que no acompañaron todos los artículos del proyecto. Por ejemplo, Carolina Píparo, que votó en contra de un inciso (el H) del artículo 4, fue una de las más irritadas con la reprimenda pública que llegó desde la Casa Rosada. Sin embargo, desde el entorno de la ex candidata a gobernadora aseguran que “sigue bancando” al presidente Milei. “El problema es la arrogancia e ignorancia de su entorno”, explican. El dardo está dirigido a Santiago Caputo. Cerca de Menem, por su parte, cargan las culpas en la oposición dialoguista. “No fue un problema de negociación, los gobernadores se comprometieron y nos cagaron”, repiten al igual que en la Casa Rosada. No obstante, reconocen que tal vez les jugaron en contra los intereses cruzados de un proyecto tan amplio. Por eso consideran que leyes más específicos simplificarán la negociación de los votos.