Las pericias realizadas por el crimen de Bastian en Wilde revelaron que las únicas vainas servidas halladas en el lugar pertenecen al agente policial Juan Alberto García Tonzo, junto a que en las cámaras de seguridad no se observa que los delincuentes hayan disparado. De esta manera, para la Justicia fue el policía de civil quien hirió y mató a Bastián Escalante Montoya el pasado 10 de julio cuando, junto con su mamá, quedaron en medio de una balacera entre el efectivo y motochorros. Los peritajes científicos y balísticos realizados por la Policía Federal indicaron que las ocho vainas servidas encontradas en la escena pertenecen a una misma arma, la de Tonzo. “Es una pistola semiautomática de acción simple y doble, calibre 9x19 mm (9mm Luger), marca Bersa, modelo TPR9, con numeración serial 13-J84797″, detalla el informe del fiscal Juan Ignacio Colazo, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) N°2 del Fuero de Responsabilidad Juvenil del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. Asimismo, precisó que “las vainas servidas individualizadas como N°1, 2, 3, 4, 5, 6, 8 y 15 han sido percutadas por dicha arma de fuego”. Sumado a esta pericia, el fiscal indicó que otras cámaras de seguridad permitieron observar que en ningún momento los delincuentes abren fuego contra el agente, si no que todo lo contrario, escaparon del lugar a pie cuando el efectivo comenzó a disparar. En estos momentos Tonzo está imputado por el delito de homicidio cometido con arma de fuego en exceso de la legítima defensa. Sin embargo, Matías Morla, abogado de la familia de Bastian, anticipó que pedirá el cambio de carátula. Según el defensor, en este caso no hubo exceso de legítima defensa: “En las imágenes se puede apreciar que los ladrones se fueron corriendo y el policía, dominado por la ira, les seguía disparando por la espalda y solo frenó cuando su cargador se agotó”.