La vicepresidenta Victoria Villarruel ha decidido desvincular a 38 empleados nombrados en planta permanente durante la gestión de su predecesora, Cristina Kirchner. Esta medida, formalizada a través de un decreto firmado por Villarruel, se basa en las conclusiones de la Comisión de Análisis de Dotación (CAD) del Senado, creada en mayo para evaluar la cantidad y funciones del personal en la Cámara alta. Según fuentes oficiales, la CAD identificó irregularidades en la incorporación de 138 agentes, señalando problemas de idoneidad y falta de vacantes. A partir de esta evaluación, la Comisión recomendó la salida de los 38 agentes que no cumplen con las tareas asignadas. Con esta acción, ya suman 419 los empleados que han dejado sus funciones desde la llegada de la nueva administración en el Senado. Villarruel destaca que estas iniciativas son parte de un esfuerzo más amplio para identificar y eliminar la presencia de “ñoquis”, es decir, aquellos empleados que no realizan sus tareas o no asisten a trabajar. Entre las estrategias implementadas se incluyen un sistema biométrico de asistencia, el empadronamiento de todos los agentes y una auditoría de licencias médicas. Se ha registrado un aumento del 200% en las renuncias de empleados que, al ser intimados, no se presentan a sus puestos. En un contexto donde la Cámara alta argentina enfrenta críticas por su estructura y presupuesto, un reciente informe compara la situación del Senado argentino con el español. A pesar de que ambas naciones tienen poblaciones similares, el Senado español cuenta con más del triple de integrantes y un presupuesto que representa menos de la mitad del del Senado argentino.