Los activos financieros de Argentina parecen capturar en este 2024 todas las noticias a su favor. El contundente triunfo del candidato republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de EEUU, que es visto por algunos analistas como un evento adverso para las economías emergentes -por sus propuestas proteccionistas-, resultó un nuevo motor para movilizar la tendencia ganadora de acciones y bonos domésticos. Con alzas en torno al 3% en los principales índices de Nueva York, el S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires cerró con un alza de 2,4%, a 1.976.613 puntos, mientras que gran parte de la rueda sostuvo un alza superior al 4%, para quebrar la barrera psicológica de los 2.000.000 de puntos por primera vez, con un máximo histórico nominal intradiario en 2.016.579 puntos. Medido en dólares, según la cotización del “contado con liquidación”, el Merval traspasó los 1.700 puntos, lo que representa un máximo desde marzo de 2018. A lo largo del 2024 el índice Merval acumula un beneficio de 113% en pesos, que recién a esta altura del año le puede ganar a la inflación, y de 78% en dólares, excepcional si se compara con las ganancias promedio del panel tecnológico Nasdaq de Nueva York (23%) y del S&P 500 (+24%). Entre los ADR y acciones de empresas argentinas que son negociados en dólares en Wall Street se impusieron las ganancias, encabezadas por los títulos de Telecom (+10,9%) y los papeles bancarios: Supervielle (+9,6%), Macro (+8,9%) y Banco Francés (+8,7%). La sesión también resultó sumamente positiva desde la mañana para la deuda argentina. Los bonos Globales -en dólares con ley extranjera- subieron un 2,2% en promedio en Wall Street, con un rango de precios entre 56 y 74 dólares. En tanto, el riesgo país de JP Morgan, que mide la brecha de tasas de los bonos del Tesoro de EEUU con similares emisiones emergentes, descontó 60 unidades para la Argentina, en los 870 puntos básicos a las 17:40 horas, un mínimo desde el 9 de agosto de 2019. “La fenomenal baja del riesgo país de hoy esta explicada por dos factores: la suba de tasas norteamericanas -baja de precio en sus bonos- y la baja de tasas nuestras -por la suba de precio de nuestros bonos-”, graficó el analista financiero Franco Tealdi. Para algunos analistas, el regreso de Trump al frente del gobierno norteamericano podría beneficiar en lo político a la gestión del mandatario Javier Milei, quien instrumenta un duro ajuste ortodoxo a favor del achicamiento del Estado, consolidar el superávit fiscal y pulverizar la inflación, la que aún transita por los tres dígitos anualizados. Otro aspecto aliado para Milei con el resultado de las elecciones en el gigante del norte está en las futuras decisiones del FMI (Fondo Monetario Internacional), organismo al que Argentina le debe aún unos USD 42.181 millones y se espera discutir un nuevo programa de facilidades extendidas desde 2025. “El triunfo de Trump otorgó un nuevo envión a Wall Street, y también reacomoda con fuerza al alza las tasas de los bonos del Tesoro de EEUU, lo cual favorece que los activos domésticos puedan extender su positivo desempeño de la mano del optimismo que despierta además el alineamiento político con Trump.”, afirmó Gustavo Ber, economista del Estudio Ber. “Dicho renovado apetito del norte contribuye a la continuidad de la escalada de los activos domésticos, lo cuales siguen muy firmes a partir del optimismo de los inversores, y así es que siguen mejorando rápidamente las valuaciones sin otorgar espacio para siquiera un respiro. Ocurre que los importantes avances en el plan de orden ‘macro’ vienen generando una favorable recepción entre los agentes económicos, y ahora a ello se suma la expectativa que despierta el triunfo de Trump respecto a un nuevo programa con el FMI, el cual podría incluso llegar a otorgar fondos frescos que permitirían avanzar más rápidamente en la salida del cepo”, apuntó Gustavo Ber. Johanna Kyrklund, Group Chief Investment Officer de Schroders, explicó que “la victoria de Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos no ha cambiado nuestra postura positiva sobre la renta variable global, con una preferencia por las acciones estadounidenses. En su administración anterior, Donald Trump se centró en el Dow Jones como barómetro de su éxito. En el fondo, seguimos viendo un aterrizaje suave de la economía estadounidense. Es probable que la política fiscal siga siendo favorable”. “El riesgo clave está en el comercio: podríamos empezar a escuchar pronunciamientos de Trump muy pronto. A corto plazo, una postura comercial proteccionista apoya al dólar estadounidense y representa un riesgo para el crecimiento fuera de Estados Unidos. Esperamos que las autoridades chinas continúen con las políticas de estímulo para compensar esto”, agregó Johanna Kyrklund. “Es probable que las negociaciones con el FMI se prolonguen más allá de enero, a la espera de que un nuevo equipo del Tesoro estadounidense apoye las peticiones del país en cuanto a tamaño y desembolsos de un nuevo acuerdo. El FMI ya parece apoyar al país, pero un equipo del Tesoro aún más cercano podría ser útil si Argentina efectivamente demanda mejores condiciones”, reportó Max Capital. Por la celebración del Día del Trabajador Bancario este 6 de noviembre la actividad financiera local estuvo acotada. Por lo tanto no hubo negocios en el mercado mayorista del dólar ni se contabilizaron variaciones en las reservas del Banco Central. Con euforia cierta euforia en los mercados internacionales, y con amplias ganancias tanto como para las acciones domésticas -en pesos y en dólares-, las paridades del dólar implícitas en activos que son operados en simultáneo en la plaza local y en el exterior operaron con baja en torno al 0,5 por ciento. Así, el “contado con liquidación” promedió $1.168,48 y el dólar MEP se ubicó en $1.145,69, en ambos casos por encima del dólar “blue”, que falto de negocios de referencia por la inactividad bancaria se sostuvo a $1.135, su valor más bajo desde el 17 de mayo.