Los pasajeros de Flybondi, sobre todo los sanjuaninos, enfrentan una inmensa cantidad de reprogramaciones y cancelaciones que generan mucho malestar y denuncias públicas. Paula Atencio, una pasajera afectada, informó su experiencia en la que un vuelo originalmente programado para las 11.40 de la mañana terminó con varios retrasos y cambios de aeronaves sin garantías de partida. “Estuvimos subiendo y bajando del avión hasta que, a las 3 de la tarde, nos pasaron el vuelo a las 8 de la noche. Luego nos volvieron a subir a un colectivo para llevarnos a otro avión. No sabemos si podremos llegar a San Juan”, manifestó frustrada. Esta situación no es un caso aislado, ya que según datos recientes, Flybondi va a reprogramar el 45% de sus vuelos en este mes, lo que ha causado no solo molestias entre los usuarios sino también cuestionamientos por parte de las autoridades. La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y la Secretaría de Transporte ya han advertido a la aerolínea que debe mejorar sus servicios, bajo la amenaza de recibir multas millonarias o incluso enfrentar la suspensión de su habilitación para operar. La crisis operativa de dicha empresa no solo afecta a los pasajeros de San Juan, sino que es parte de un panorama mucho más amplio. La aerolínea, que comenzó a operar en 2018, y acumula quejas por mantenimiento deficiente, incidentes de seguridad bajo investigación, además de una tasa de incumplimiento que ha superado el 26% en promedio durante el año, alcanzando picos del 40% en estos últimos meses. Desde el Gobierno, fuentes cercanas al presidente Javier Milei han señalado que “la paciencia se está agotando”. La compañía ya tuvo una intimación para presentar un plan correctivo, pero por el momento las soluciones propuestas no han sido satisfactorias. Esto puede derivar en sanciones severas, como multas de más de $200 millones o la revocación de su Certificado de Explotador de Servicios Aéreos (CESA).