El último año finalizó con un impacto moderado con respecto al mercado de trabajo, con un índice de desocupación que aumentó hasta un 6,4% de la oferta laboral sobre el cierre del 2024 y unos 100 mil puestos asalariados que se registraron como pérdida por el efecto de la recesión que hizo caer 1,7% la economía. Al igual que en otros sectores, la última radiografía del mercado laboral reveló realidades dispares según industrias, tamaños de empresas y regiones del país. Aunque el retroceso del empleo privado no fue tan pronunciado, se registró un fuerte aumento en las formas de empleo no asalariadas, como el monotributo y los trabajadores autónomos. Los datos más recientes, tanto del Indec como de la Secretaría de Empleo, publicados en los últimos días, terminaron de completar el panorama con el que cerró el año. Entre los economistas y expertos consultado, el diagnóstico es que los sectores que más mano de obra emplean son los que tienen perspectivas más bajas de mejorar su nivel de actividad, más allá de un rebote después de un mal 2024. Un informe de la consultora LCG culminó con que “la tasa de desempleo parecería haber alcanzado un techo en el primer semestre 2024. Los meses de peor recesión empezarían a quedar atrás, aunque la recuperación del nivel de ocupación será de dudosa calidad". “Hay que tener presente que el mercado de trabajo no parece haber ajustado tanto por cantidades como por calidad de empleo y precio (salario) pagado. Aun cuando cabe esperar que el desempleo siga moviéndose a la baja proyectamos registros de informalidad en torno a los niveles actuales, difíciles de perforar”, indicó la consultora tras analizar los últimos datos del Indec.