Un anciano fue engañado por un ladrón, que entró a su domicilio fingiendo ser amigo de sus nietos y con la excusa de que buscaba trabajo, pero luego de ingresar lo ahorcó con una soga, hasta casi matarlo. Después, lo ató para robarle máquinas y herramientas de su casa en construcción en Rivadavia. Se sospecha que el delincuente que engañó al anciano actuó como señuelo, pero que en realidad fueron al menos dos los involucrados en el brutal asalto ocurrido la mañana del jueves en una vivienda de calle Isla Victoria, en el barrio Arrayanes II. La víctima, Cesáreo Barboza, de 84 años, se encontraba solo en el lugar, como solía hacerlo mientras trabajaba en la construcción de su casa. Según relató la propia víctima, el hecho ocurrió alrededor de las 9:30 del jueves. El portón de la vivienda estaba entreabierto cuando escuchó la voz de un joven que se presentó como 'Lautaro'. El desconocido aseguró ser amigo de sus dos nietos, ya que incluso mencionó sus nombres y apellidos,  y le comentó que estaba buscando una changa. Con gran esfuerzo, Cesáreo logró arrastrarse hasta una escalera, donde se apoyó y consiguió liberarse de las ataduras. Una vez libre, caminó hasta la casa vecina para pedir ayuda. Minutos después llegaron efectivos del Comando Radioeléctrico, la Comisaría 23ra y la Brigada de Investigaciones, dependiente de la UFI de Delitos contra la Propiedad, bajo la órbita de la fiscal Paula Arredondo. Según relató su familia, los agresores le dislocaron el hombro derecho al anciano, quien también sufrió una fuerte hinchazón y un hematoma en el ojo izquierdo. Fue atendido en el Hospital Guillermo Rawson y, afortunadamente, recibió el alta esa misma noche. Los ladrones lograron sustraer una máquina hormigonera, una amoladora, palas y varias herramientas de mano. Por la cantidad de objetos robados, los investigadores sospechan que participaron al menos dos personas en el hecho.