En el marco de una nueva audiencia judicial, el pastor evangélico Alberto Balmaceda ofreció pagar $11 millones como reparación económica a 18 personas que lo denunciaron por una presunta estafa vinculada a viviendas del IPV. Según la investigación, habría actuado en complicidad con una feligresa identificada como Karen Heredia. Ahora será el juez Roberto Montilla quien deberá decidir si acepta o no el acuerdo de resarcimiento propuesto por la defensa. Además, durante la jornada, el número de víctimas se amplió: de las 30 iniciales, se sumaron otras 28 personas, elevando significativamente la cantidad de damnificados. Como parte de la oferta, Balmaceda también propuso poner como garantía un departamento de su propiedad, ubicado en el Barrio San Martín, para asegurar el cumplimiento del pago. De acuerdo a la causa, tanto el pastor como Heredia ofrecían carpetas del IPV supuestamente disponibles en departamentos de Chimbas y Capital, solicitando dinero a cambio. Sin embargo, con el tiempo, las víctimas descubrieron que nunca accederían a una vivienda y comenzaron a realizar las correspondientes denuncias.