Este miércoles volvió a desarrollarse en Tribunales una nueva audiencia por la muerte de Lucía Rubiño, la joven de 16 años que falleció en octubre del año pasado en el barrio Profesional, tras ser atropellada en medio de una supuesta carrera ilegal entre dos autos. La jornada estuvo centrada en la exposición de la querella, que representa a la familia de Lucía y busca frenar el pedido de sobreseimiento de Juan Pablo Echegaray, acusado de homicidio culposo. La audiencia está bajo la dirección del juez de Garantías Javier Figuerola y se retomó luego del cuarto intermedio solicitado el lunes. Echegaray, hijo del juez federal Hugo Echegaray, sigue el proceso de manera remota desde Mendoza, donde reside por cuestiones académicas. El pedido de sobreseimiento fue impulsado por el fiscal coordinador Iván Grassi y respaldado por su colega Francisco Micheltorena, quienes consideran que los peritajes técnicos desvinculan al joven de una responsabilidad directa en el hecho. De acuerdo a esa versión, Echegaray habría intentado evitar el choque frontal con el auto que finalmente atropelló a la adolescente. Sin embargo, desde la querella sostienen que su participación fue determinante para el desenlace fatal y que no debe ser apartado de la causa. Mientras se desarrollaba la audiencia, los padres y el hermano de Lucía estuvieron presentes en la sala. Afuera, familiares, vecinos y amigos se manifestaron en forma pacífica con carteles y remeras que llevaban el rostro de la joven, pidiendo justicia y el avance firme de la investigación. En caso de que el juez Figuerola acepte el sobreseimiento, la investigación quedaría centrada únicamente en el adolescente que conducía el otro vehículo, quien enfrenta cargos por homicidio con dolo eventual.