Ramiro Iván Fernández, el sanjuanino que fue brutalmente golpeado a fines de abril cerca de un boliche ubicado en Avenida Libertador y Ameghino, en Capital, ya recibió el alta médica y continúa su recuperación en su domicilio. Luego de pasar semanas en terapia intensiva y de superar una meningitis, el joven dio un paso fundamental en su camino hacia la recuperación. A través de sus redes sociales, Ramiro agradeció el apoyo recibido durante estos duros momentos: “Gracias a todx aquel que haya puesto mi nombre en alguna oración; gracias por los mensajes de paz y sanación. Ya estoy en casa. Queda un largo camino aún por recorrer, pero acá vamos… Gracias!”, escribió. Pese a su mejora, continúa con secuelas neurológicas y su cerebro aún necesita protección. Por eso, su familia solicita ayuda económica para poder costear un implante craneal, fundamental para su tratamiento. Quienes deseen colaborar pueden hacerlo mediante el alias: GRACIELA.GATOS. El violento episodio ocurrió en la madrugada del jueves 24 de abril, cuando Ramiro, junto a un amigo, fue a buscar su moto tras salir del boliche. En ese contexto, presenció una situación de violencia hacia una mujer y decidió intervenir para intentar detener la pelea. Fue entonces cuando, según relató su amigo, un sujeto se le acercó por detrás y le pegó un golpe en la cabeza que lo dejó inconsciente en el suelo. El agresor escapó entre la multitud en dirección a calle Urquiza. “Le pegó una piña en la cien desde atrás, sin que lo viera venir, y salió corriendo”, contó el amigo en redes sociales, y agregó: “Ramiro solo quiso ayudar a una piba”, lamentando el ataque que casi le cuesta la vida. El joven fue trasladado de inmediato al hospital con una hemorragia cerebral, y durante su internación, su estado se agravó debido a un cuadro de meningitis. En cuanto a la investigación judicial, el miércoles 30 de abril se llevó a cabo una audiencia en la que Francisco Quiroz y Guillermo Adrián Vidable fueron imputados por lesiones gravísimas. El juez Federico Rodríguez dictó 45 días de prisión preventiva para ambos, haciendo lugar al pedido del fiscal Alejandro Mattar, quien argumentó que los acusados podrían interferir con los testigos y que existen elementos suficientes que los vinculan al hecho.