Una joven de 24 años, oriunda de Bielorrusia, fue rescatada tras haber permanecido un año secuestrada por su pareja en la ciudad de Resistencia. La víctima, identificada como Alexandra, había llegado a la Argentina en marzo de 2024 junto a un joven chaqueño de 22 años, con quien había iniciado una relación sentimental en Polonia. La historia comenzó con una ilusión. Alexandra y su agresor, cuyas iniciales son M.N., se conocieron mientras trabajaban en Europa y, tras algunas semanas de vínculo, él le propuso viajar a la Argentina para conocer a su familia. El padre del joven se encargó de gestionar los pasajes y ambos arribaron al país hace poco más de un año. Desde Buenos Aires, se trasladaron juntos a Chaco. Sin embargo, el sueño pronto se convirtió en una pesadilla. Según relató la joven al medio local Diario Norte, el comportamiento del joven cambió abruptamente al llegar a territorio argentino. “Allá no era así. Al principio eran discusiones pequeñas, pero cuando llegamos a la Argentina empezó a mostrarse agresivo”, contó. Durante su estadía en el país, Alexandra quedó embarazada y dio a luz a una niña. A partir de ese momento, su situación se agravó aún más: su pareja dejó de permitirle salir de la vivienda, la golpeaba y la escondía cada vez que alguien se acercaba a la casa. Totalmente aislada, la joven no contaba con redes de apoyo ni posibilidades de comunicarse con el exterior. Además, enfrentaba serias barreras idiomáticas y culturales. La subsecretaria de Género y Diversidad de Chaco, Sonia Valenzuela, explicó que Alexandra vivía bajo una situación de encierro y violencia extrema. “Cada vez que alguien llegaba a visitarlo, él la escondía en una habitación. La golpeaba, maltrataba y no la dejaba salir. Ella tenía miedo de escaparse porque desconocía todo, tenía barreras habitacionales e idiomáticas. Estaba totalmente aislada”, detalló en declaraciones a Diario Chaco. Gracias a una intervención conjunta entre autoridades locales y organizaciones de derechos humanos, la joven fue rescatada y actualmente recibe asistencia integral. Se encuentra junto a su hija en un lugar seguro, mientras avanza la investigación judicial contra el agresor, que ya fue identificado.