A partir del próximo martes 27 de mayo, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) cambiará drásticamente su enfoque de fiscalización, en línea con los últimos anuncios sobre los denominados "dólares del colchón", que marcaron el fin del seguimiento a consumos de bajo valor. El organismo que encabeza Juan Pazos centrará ahora su atención en unas 10.000 Claves Únicas de Identificación Tributaria (CUIT), que representan el 70% de la recaudación total de impuestos. Dentro de ese grupo, apenas 1.000 CUIT concentran el 50% de los recursos tributarios, según ha declarado públicamente el ministro de Economía, Luis Caputo. La nueva normativa reemplaza criterios generales y poco definidos, como la “importancia” o el “sector económico”, por parámetros más específicos, cuantificables y trazables. Entre los factores ahora considerados se encuentran: Obligaciones impositivas activas Declaraciones juradas presentadas Volumen de ventas y/o exportaciones Nivel de empleo Movimientos de fondos Operaciones con divisas Tenencia de bienes Vinculaciones comerciales y/o societarias Capacidad operativa de la unidad fiscalizadora “Esta metodología apunta a una mayor transparencia y racionalidad en la selección de contribuyentes que integran el padrón”, destacó Domínguez. Asimismo, señaló que determinadas estructuras pasarán a tener un seguimiento intensificado en función de su potencial riesgo fiscal. “De esta forma, ARCA implementa una reforma estructural en el régimen de grandes contribuyentes, con un enfoque sistemático y orientado a la gestión del riesgo. El control fiscal se vuelve más preciso y focalizado en quienes representan la mayor parte de la recaudación nacional”, concluyó.