En la búsqueda de consolidar la recuperación económica, el Gobierno nacional lanzó una propuesta que podría cambiar el escenario fiscal de las provincias. Se trata de un plan destinado a formalizar los llamados “dólares del colchón”, es decir, aquellos ahorros en moneda estadounidense que actualmente están fuera del sistema bancario. La medida contempla reformas clave en la Ley de Procedimientos Tributarios y en la Ley Penal Cambiaria, con el objetivo de atraer divisas hacia la economía formal. Además de reforzar las reservas del Banco Central, el Gobierno apuesta a que esta regularización impacte positivamente en la recaudación tributaria, que se distribuye entre Nación y provincias. En el caso de San Juan, la implementación del plan podría traducirse en un aumento de los recursos coparticipables, como el IVA, Ganancias, Internos y el Impuesto al Cheque. Pero también tendría efectos positivos en tributos locales clave como Ingresos Brutos, una fuente fundamental de financiamiento provincial. Con este panorama, el gobernador Marcelo Orrego participó recientemente de una reunión virtual con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el ministro de Economía, Luis Caputo; y el titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Juan Pazo. En el encuentro se presentaron los lineamientos del plan y se discutieron los beneficios esperados para las jurisdicciones que decidan adherir. Desde la llegada de Javier Milei a la presidencia, la distribución de los recursos tributarios mejoró en términos reales para las provincias en más meses que durante el último tramo del mandato anterior. A esto se suman señales fiscales relevantes, como la baja de impuestos considerados distorsivos como el Impuesto PAIS, la reducción de retenciones a las exportaciones y un mayor peso impositivo en los combustibles. Este nuevo esquema, acompañado por el objetivo de equilibrar las cuentas públicas sin recurrir a la emisión monetaria, representa una oportunidad concreta para San Juan. De concretarse, el ingreso de dólares al sistema no solo reforzaría las reservas del Banco Central, sino que también oxigenaría las finanzas provinciales, en un momento en que cada punto de recaudación cuenta.