Martes 03.06.2025
Actualizado hace 10min.

Lluvia de misiles en Ucrania cobra la vida de una niña y un adulto

Rusia lanzó cinco misiles y 109 drones contra Ucrania, dejando dos civiles muertos, entre ellos, una niña de 9 años en las regiones de Jersón y Zaporiyia. Las defensas ucranianas lograron interceptar 69 drones y tres misiles, lo que evitó que el ataque causara un daño aún mayor.  

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Una nueva ola de ataques rusos golpeó Ucrania este sábado, con el lanzamiento de cinco misiles y 109 drones, dejando un saldo de dos civiles muertos, incluida una niña de 9 años en la región de Zaporiyia.

De acuerdo con el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas, las fuerzas rusas lanzaron dos misiles antiaéreos S-300 desde Kursk y tres misiles Kh-59/69 desde Bélgorod. A estos se sumaron 107 drones Shahed y otros aparatos no tripulados, lanzados desde Crimea, Milerovo y Shatalovo.

Las defensas ucranianas interceptaron este sábado tres misiles y 69 drones lanzados por Rusia en un nuevo ataque aéreo de gran escala. De los drones, 39 fueron derribados y 30 neutralizados mediante sistemas de guerra electrónica, según un comunicado oficial publicado en Telegram.

Los bombardeos afectaron al menos 13 localidades en las regiones de Járkiv, Sumy y Donetsk. Sin embargo, las víctimas mortales se registraron en Jersón y Zaporiyia. En esta última, una niña de 9 años murió y un adolescente de 16 resultó herido por bombas teledirigidas cerca de la línea del frente. En Jersón, un hombre de 66 años falleció a causa de un ataque de artillería, informó el gobernador regional Oleksandr Prokudin.

Al mismo tiempo, en la región rusa de Kursk, el gobernador Alexandr Jinshtein reportó 14 personas heridas, una de ellas de gravedad, tras un supuesto ataque con drones ucranianos.

La escalada de violencia ocurre en un momento de creciente tensión en el frente oriental, en medio del año electoral en Ucrania y de las críticas internacionales por el uso de armamento pesado en zonas habitadas. La tragedia en Zaporiyia y Jersón, junto con los heridos en Kursk, subraya una vez más el alto costo humano de una guerra que se prolonga sin un final claro a la vista.