El presidente Javier Milei ya está de regreso en Argentina, tras concluir la gira internacional más extensa desde que asumió el mando. Su retorno marca el inicio de una etapa clave para el Gobierno: quedan menos de cuatro semanas hasta que expiren las facultades delegadas otorgadas por la Ley Bases, y el Ejecutivo se prepara para firmar al menos 13 decretos considerados fundamentales para profundizar su programa de ajuste y reforma del Estado. Los decretos ya fueron redactados durante su ausencia y solo resta la firma presidencial para su publicación oficial. Las medidas apuntan a una fuerte reducción del gasto público, el cierre o reconversión de organismos estatales y una mayor concentración de decisiones en el Ejecutivo. Las áreas más impactadas serán Salud, Capital Humano y Economía. Entre los cambios más relevantes se destaca la reestructuración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que incluiría despidos, la venta de propiedades y una revisión integral de su modelo de gestión. También están bajo análisis el Senasa, la ANMAT, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y el Instituto Nacional del Cáncer, cuya desregulación fue anunciada, aunque aún no cuenta con una reglamentación efectiva. La reducción del Estado es una de las banderas principales del oficialismo. En el último año, la planta de empleados públicos disminuyó de 322.000 a 292.000 trabajadores. A esto se suma el congelamiento de los sueldos para altos cargos desde diciembre y los reiterados reclamos de monotributistas, que siguen sin recibir actualizaciones desde octubre pasado. No obstante, cada decreto debe atravesar un proceso legal complejo antes de su publicación. Primero son revisados por el área jurídica del organismo correspondiente, luego por el Ministerio de Desregulación, y finalmente por la Secretaría Legal y Técnica, encabezada por María Ibarzábal. Este circuito ha generado demoras en la salida de decisiones clave. En su discurso, el presidente Javier Milei describió un panorama “devastador” al momento de asumir el Gobierno. “Estábamos literalmente desnudos, llenos de agua, sentados en la silla eléctrica. Y con muchos tratando de enchufarla y hacerla funcionar”, graficó. Luego amplió: “El Banco Central tenía reservas negativas por 12.000 millones de dólares y deudas con importadores por 45.000 millones. Además, el acuerdo con el FMI estaba caído porque no se cumplían las metas fiscales”. Frente a ese escenario, Milei defendió las medidas económicas implementadas desde diciembre. “Lo primero que hicimos fue cortar con el déficit fiscal y corregir el tipo de cambio. Al hacerlo saltar, la expectativa de devaluación desapareció”, explicó. Según sus datos, la inflación se desaceleró de manera significativa: “Llegó a ser del 25,5% mensual y 300% interanual. Hoy está en 43% interanual, pero en la punta ya es del 20%”. También resaltó el impacto social de sus políticas: “Hoy la pobreza está debajo del 35%, lo que implica que 10 millones de personas salieron de la pobreza”. Además, afirmó que su programa es aún más ambicioso que el de la convertibilidad: “Tenemos un plan antiinflacionario mejor y, en términos de reformas, es 25 veces más profundo en un año y medio, y con apenas el 15% de Diputados y el 10% del Senado”. Milei defendió su política de ajuste fiscal, que incluyó la eliminación de la obra pública, las transferencias discrecionales y la pauta oficial. “Imagínense que si cortamos con la obra pública y las transferencias, tampoco podíamos dejar la pauta oficial”, sostuvo. Y vinculó esa decisión con las críticas sobre el deterioro en los índices de libertad de expresión: “Hemos caído en el ranking porque quitamos la pauta. Parece que les toqué el órgano más sensible del ser humano: el bolsillo”. El mandatario también hizo referencia al proyecto de “Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos”, que habilita el uso libre de dólares no declarados. “Los ciudadanos podrán utilizar esos fondos sin ser perseguidos, y la agencia recaudadora no podrá iniciar acciones salvo que tenga pruebas. Hasta ahora todos éramos culpables de evasión hasta demostrar lo contrario; con esta medida, somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario”. Finalmente, Milei cerró con un mensaje desafiante. “Tuvimos que soportar todo tipo de presiones de la oposición y a muchos periodistas corruptos que apostaban a que nos fuera mal, difundiendo mentiras”, denunció. Y concluyó celebrando indicadores de actividad: “Entre abril y diciembre la economía se expandió un 10%. En el primer trimestre creció al 6% y en el segundo trimestre lo está haciendo al 8%”.