Este fenómeno está vinculado a la reciente suba de retenciones que el Gobierno confirmó y que comenzará a regir a partir del próximo mes. Además, circuló un borrador según el cual se extendería el beneficio para el trigo y la cebada, pero no para la soja ni el maíz. En el sector agroindustrial anticipan una caída de los precios internos y los analistas prevén una desaceleración en la comercialización. Con márgenes ajustados, se abren diversos escenarios para productores e industria. Desde una de las entidades más representativas de la zona núcleo se reclamó al Gobierno por la falta de obras. La baja temporada de retenciones anunciada en enero pasado por el ministro de Economía, Luis Caputo, cumplió su objetivo: el flujo de divisas del principal complejo exportador argentino se aceleró durante el primer semestre. Según datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina, el ingreso de divisas alcanzó los 11.713 millones de dólares entre enero y mayo, un aumento del 29,5% respecto al mismo período de 2024, convirtiéndose en la tercera mejor marca histórica. Cuando se cierren los informes del primer semestre, la mejora será aún más notable. “En junio hubo una fuerte aceleración tanto en la venta de soja como en la registración de exportaciones. En las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) llevamos 10,7 millones de toneladas, el volumen más alto desde que asumió Milei”, adelantó a este medio el consultor agropecuario Javier Preciado Patiño. El especialista explicó que “se realizaron muchas ventas anticipadas de soja ante la posibilidad de que el 1 de julio suban las retenciones”. El regreso de la alícuota del 33% para la soja fue confirmado en varias ocasiones por el presidente Javier Milei y el ministro Caputo. En las últimas horas circuló un borrador de decreto, próximo a firmarse, que no extiende la baja para la soja ni para el maíz, sino que solo mantiene el beneficio para trigo y cebada.