Según informaron fuentes de la investigación, los resultados de ADN de los restos de sangre encontrados en el puesto de la estancia El Maitén, en Epuyén, comparados con la muestra tomada el viernes a la madre de Santiago Maldonado, estarán en aproximadamente 20 días. Mientras que el informe primero revelará el sexo de la persona y su grupo sanguíneo -entre otros detalles de su portador-, luego se realizará el cotejo con las muestras de familiares para determinar si el joven tatuador fue herido el 21 de julio en el marco de un atentado del grupo extremista Resistencia Ancestral Mapuche (RAM). En tanto, por estas horas la principal hipótesis a nivel oficial es la que vincula a Maldonado con el ataque incendiario del RAM en Epuyén. No obstante, el juez federal en Esquel, Guido Otranto, todavía no pudo acreditar la presencia de Maldonado en Cushamen el 1° de agosto pasado. Todos los interrogatorios a los agentes de Gendarmería Nacional participantes durante el operativo en el campo ocupado por los mapuches coinciden en que no hubo detenidos ese día. “Ese día no detuvimos a nadie, no hay registros, ningún comandante recibió el aviso de que una persona había sido detenida. Había tres escuadrones en el operativo, más de 50 personas en el área, es imposible hablar de una red de silencio, de un pacto, alguien hubiera hablado”, le confió a Clarín una alta fuente de Gendarmería Nacional. Y al respecto, agregó: “No ingresamos al campo para matar a nadie, ninguno de los comandantes, algunos de ellos condecorados y con misiones de paz en varios países, iba a poner en juego su carrera en una acción como esa. Hay gente que no lo cree pero yo y los demás fuimos preparados para otra cosa, para resguardar la seguridad y trabajar por la gente, no para matar o hacer desaparecer personas”. Por tal motivo, la Justicia aún intenta avanzar para confirmar o descartar la posibilidad de que Maldonado haya sido parte de la acción del RAM.