Cristina Kirchner intentará mañana escenificar una postal victoriosa que no pudo tener el 14 de agosto, cuando el escrutinio provisorio la ubicó casi 7000 votos debajo de Esteban Bullrich. Ideado como un anuncio de los resultados finales de las primarias, que darían ganadora a la ex presidenta por alrededor de 40.000 votos, el encuentro estaba previsto para hoy, a las 18, en el estadio Atenas, de la capital provincial. Pero anoche se postergó, después de que la justicia electoral anunció que recién mañana daría a conocer oficialmente las cifras del recuento. "Somos respetuosos de los tiempos de la Justicia", explicaron los voceros de Unidad Ciudadana (UC), para justificar la postergación. Lo cierto es que para el golpe de efecto que busca dar Cristina no alcanza con una confirmación a medias. La ex presidenta planea salir al escenario con los números en la mano y denunciar una manipulación de los datos del escrutinio provisorio. Cristina sueña con ese momento desde la larga noche del estadio de Arsenal, cuando los primeros resultados la dieron 7 puntos debajo de la lista de Cambiemos. Mientras llegan malas noticias desde los tribunales de Comodoro Py, la foto como ganadora oficial de las PASO en la provincia de Buenos Aires operará como señal de largada de su campaña de cara a las elecciones de octubre. "No habrá triunfalismo, sí un pedido de reflexión sobre lo que hizo el Gobierno con los votos de todos los bonaerenses", dijeron en el entorno de la ex presidenta. La postal será también un anticipo de los cambios que se avecinan en la estrategia de UC. Después de una sucesión de actividades en las que Cristina se rodeó de ciudadanos de a pie, en un intento de mostrarse como la herramienta para canalizar un voto castigo al Gobierno, mañana compartirá escenario con los intendentes. "Es una muestra de poder y un regreso al peronismo", interpretaban anoche cerca de un jefe comunal. No será, de todos modos, un giro de 180 grados. "Los ciudadanos van a convivir con el peronismo", sintetizó un hombre influyente de la campaña. Cristina dejó claro que dará más espacio a los intendentes sobre el final de la semana pasada, cuando los visitó en dos actividades en las que los dejó jugar de local. El viernes reunió a los jefes comunales de la tercera sección, en Lomas de Zamora. El sábado visitó a los de la primera sección, en Merlo. Los encuentros anteriores habían sido en el Instituto Patria. Las dos reuniones y el acto de mañana servirán para ratificar esa sociedad. Cristina y los intendentes se comprometieron a compartir costos y beneficios de los resultados de octubre. Fue un diálogo abierto, cuentan los testigos, en el que los jefes comunales le pidieron que transitara más el territorio. Ella tampoco se guardó nada: insistió que ellos debían involucrarse más, que no debían mirar el proceso como espectadores de lujo. El acto de mañana servirá también, creen en el entorno de Cristina, para infundir esa mística a los dirigentes y militantes que vayan al estadio Atenas. Será un acto para unas 4000 personas, el más grande de la campaña después del que la ex presidenta encabezó el 20 de junio, en la cancha de Arsenal. Conscientes de que los pronósticos son adversos, en el kirchnerismo creen que habrá que hacer un esfuerzo de amplitud, para llegar a los votantes que se quedaron afuera de la polarización. La mira está puesta en el electorado del candidato a senador Florencio Randazzo, en especial, después de que dos intendentes que respondían al ex ministro llamaron a votar por Cristina Kirchner. Fuente: La Nación