Las lluvias torrenciales que se produjeron en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca desde la madrugada del viernes 7 de marzo ocasionaron una terrible catástrofe sin precedentes en la región. Por el momento, son confirmadas 15 muertes, en tanto que 1.450 personas son evacuadas y las pérdidas materiales son completas. El gobierno de la provincia de Buenos Aires calificó este temporal como una tragedia de gran magnitud. Axel Kicillof, quien es gobernador bonaerense, junto con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y el ministro de Defensa, Luis Petri, se encuentran en la zona desde el día sábado para poder coordinar las tareas de asistencia y reconstrucción. "Básicamente, hay que reconstruir la ciudad", indicaron fuentes oficiales. Las fuerzas de seguridad siguen buscando a las dos niñas desaparecidas en General Cerri, un área que se encuentra gravemente afectada por el temporal. Mientras tanto, los centros de evacuación brindan el refugio necesario a más de mil personas que tuvieron que abandonar sus hogares. Organizaciones como Caritas Argentinas organizaron una campaña solidaria para poder recolectar donaciones y también asistir a los damnificados. "En medio de esta emergencia, tu aporte es invaluable para quienes han perdido todo", manifestaron desde la entidad. Las calles de Bahía Blanca amanecieron completamente cubiertas de barro, escombros y árboles caídos. La falta de suministro eléctrico y los problemas con respecto a la conectividad agravaron aún más la crisis, por ello la municipalidad habilitó el "Bahía Hub" como punto de recarga para los celulares para lograr facilitar la comunicación de los ciudadanos. De esta manera, rige una alerta amarilla en la ciudad debido a la inestabilidad del terreno y el riesgo de la caída de los árboles. Las autoridades recomiendan a la población que se mantengan en resguardo y eviten circular por las zonas más afectadas.