Un nuevo descubrimiento en la detección de ondas gravitacionales se llevó el premio Nobel de Física. Los estadounidense Reiner Weiss, Barry Barish y Kip Thorne, se llevaron el prestigioso galardón gracias a su investigación sobre las ondas predichas por Albert Einstein hace un siglo, informó hoy la Academia Real Sueca. La mitad del premio fue concedida a Weiss y la otra mitad de forma conjunta a Thorne y Barish. "Esto es algo completamente nuevo y diferente y abrió mundos jamás vistos", dijo la Real Academia Sueca de Ciencias en el comunicado en el que anunció el premio de 9 millones de coronas suecas (1,1 millones de dólares). Lo que el Observatorio de detección de ondas gravitatorias (LIGO) consiguió fue captar la huella de la fusión de dos agujeros negros. Esta prueba confirma la existencia de las ondas gravitacionales, la última gran predicción de la teoría de la relatividad general de Einstein que aún quedaba por constatar de forma directa. Los científicos de LIGO detectaron las primeras ondas en septiembre de 2015 y el hallazgo se publicó el 11 de febrero de 2016. Desde entonces, han sido detectadas en varias ocasiones más. Qué son las ondas gravitacionales Las ondas gravitacionales se crean cuando las masas se aceleran -por ejemplo, cuando las estrellas explotan al final de su vida- y comprimen y estiran el espacio-tiempo de forma similar a las ondas que provoca una piedra lanzada al agua. Según la teoría, todo cuerpo acelerado emite este tipo de ondas, que son más intensas cuánta más masa tenga el cuerpo. Pero por lo general las ondas gravitacionales son tan débiles que Einstein no creía que pudiesen medirse.