Mauricio Macri aterrizará el lunes en Manhattan y cumplirá con una obligación personal que se impuso cuando conoció que Hernán Diego Mendoza, Diego Enrique Angelini, Alejandro Damián Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi habían sido asesinados por un lobo solitario de ISIS: rendirá tributo a estos amigos argentinos que viajaron a Nueva York para recordar que treinta años atrás se habían recibido juntos en el Instituto Politécnico de Rosario. La ceremonia se celebrará en el escenario del crimen fundamentalista y concurrirá toda la delegación oficial que incluye al gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, quien también cursó en el Instituto Politécnico. Macri y Lifschitz visitarán además a Martín Ludovico Marro, que se encuentra internado en el hospital Presbiterian de Manhattan, tras ser embestido junto a sus amigos por el terrorista uzbeko Sayfullo Saipov. Marro vive en Boston y aún no se sabe cuándo recibirá su alta médica. Cuando concluya la ceremonia en homenaje a los argentinos muertos en Nueva York, Macri almorzará con un puñado de inversores y CEO´s de empresas internacionales, para comenzar así una gira presidencial que está orientada a multiplicar la inversión extranjera directa en la Argentina. En sus anteriores viajes al exterior, Estados Unidos y Europa, Macri escuchaba la cautela de sus interlocutores frente a una elección de medio término que podía ser acaparada por Cristina Fernández y su candidatura a senadora nacional.