La agencia Reuters confirmó que Venezuela tenía que pagar el jueves sin dilación unos 28 millones de dólares por intereses demorados desde principios de octubre. Los 650 millones de dólares en bonos habían caído a un mínimo histórico de 23 centavos por dólar, lo que muestra que los inversionistas las percibían como las notas más riesgosas que vencen el próximo año en la nación más riesgosa del mundo. "La incapacidad del emisor de pagar los intereses vencidos de las notas en o antes del 9 de noviembre de 2017 constituye un Evento de Incumplimiento en virtud de la Sección 5.1 del Contrato de Fideicomiso", escribió Wilmington Trust en la carta a los tenedores de bonos. Algunos operadores habían sospechado durante mucho tiempo que el bono podría ser un candidato para incumplimiento selectivo porque no contiene cláusulas de incumplimiento cruzado con PDVSA o títulos soberanos. Los tenedores de bonos pueden argumentar que Corpoelec y PDVSA son la misma empresa y pedir el embargo de bienes de la petrolera, aunque se espera una larga batalla legal.