Para algunos familiares de ministros, la renuncia al Estado fue inmediata. Otros aún preparan su retirada. Pero muchos parientes de altos funcionarios de Cambiemos se quedarán en la función, al no quedar alcanzados por la letra chica del decreto cuyo espíritu es evitar el nepotismo. El decreto 93/2018 no alcanza a muchos familiares de altos funcionarios. Primos y tíos de importantes ministros se quedarán en el Gobierno por no tener parentesco directo. También lo harán aquellos considerados de carrera. Algunas figuras claves del gabinete eximieron a sus familiares por no tener rango ministerial. Según se pudo reconstruir, son 12 los parientes de ministros obligados a dejar su puesto antes del 28 de febrero. Hay al menos otros siete casos relevantes dentro del gabinete que no fueron alcanzados por la norma. Ana Frigerio, hermana de Rogelio Frigerio, se quedará en la función pública a pesar de tener un vínculo familiar de segundo grado con el ministro del Interior. Coordinadora en Cascos Blancos, es considerada una funcionaria de carrera. El decreto dispone que "quedan exceptuadas las personas designadas por concurso o que cuenten con estabilidad en el cargo". "Ana esta desde hace 25 años en Cancillería", justificaron cerca de Frigerio. Tampoco renunciará Mario Frigerio, tío del ministro, que el año pasado fue nombrado subsecretario de Investigación, Desarrollo y Producción en el Ministerio de Defensa. Está exento porque el decreto alcanza los vínculos de parentesco "tanto en línea recta como en línea colateral hasta el segundo grado". Entre los primos que se quedarán figura Cecilia Stanley, prima de la ministra de Desarrollo Social, que fue nombrada jefa de Gabinete de Asesores en esa cartera. "El decreto no incluye primos. Ella entró a la gestión de la Ciudad hace muchos años, no va a renunciar", explicaron desde su entorno. Gabriela Michetti, en tanto, designó a su prima Alejandra Illia como jefa de su despacho en el Senado. "Es familiar en cuarto grado de consanguinidad y no está nombrada en el Poder Ejecutivo", señalaron cerca de la vicepresidenta. El padre del jefe de Gabinete, Félix Peña, continuará como asesor ad honorem del Consejo de la Producción. "No cobra un sueldo del Estado y no tiene cargo político", señalaron desde Casa Rosada. Dos importantes miembros del gabinete tienen familiares directos nombrados en el Estado, pero no hicieron movimientos por su rango en el organigrama. Soledad Alonso, hermana de la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, es empleada de la Secretaría General de Presidencia. "No va a renunciar porque el titular de la OA no está alcanzado por la norma", señalaron desde el organismo de control. José Torello, jefe de asesores del Presidente, tiene a un hijo y a un hermano con puestos en la Anses. "Será una decisión personal, porque yo no soy ministro", explicó el funcionario. Quiénes se van Varios funcionarios preparan su retirada del Estado. Como Juan Pablo Álvarez Echagüe, cuñado de Guillermo Dietrich, que lo había nombrado al frente del Instituto Argentino de Transporte. Lo mismo ocurre con Juan Diego Etchevehere, hermano del ministro de Agroindustria, que dejará su puesto como delegado del Enacom en Entre Ríos, que ocupa desde hace un año y medio. La media hermana del secretario de Presidencia, Elena Bordeu, hoy trabaja en Jefatura de Gabinete y deberá irse antes de fin de mes. Otro hermano que da un paso al costado es Andrés Peña, hermano del jefe de Gabinete, que debió renunciar a la Subsecretaría de Desarrollo Institucional Productivo. En la última semana renunciaron dos hijos de ministros: Francisco Langieri, hijo de Patricia Bullrich y funcionario de Modernización, y Matías Santos, nombrado jefe de asesores en el Ministerio de Turismo, que conduce su padre. Rodrigo de Loredo, yerno de Aguad, deberá dejar la presidencia de la empresa estatal Arsat, que meses atrás dependía de su suegro. Aún no tiene reemplazo. Quienes presentaron su renuncia inmediata fueron los cuatro familiares del titular de la cartera Trabajo, Jorge Triaca. Su esposa, su cuñado y dos de sus hermanas se vieron forzados a irse por un decreto que fue una reacción a los cuestionamientos al ministro por el traspié con su empleada doméstica. Fuente: La Nación.