Los días de Valentín Díaz Gilligan en el gobierno nacional parecen estar contados. En tiempo récord, la Oficina Anticorrupción accedió a los anexos secretos de la declaración jurada que había realizado el subsecretario de la Presidencia y corroboró que no había informado la cuenta del escándalo en un banco de Andorra, que fue revelada la semana pasada por el diario El País de España.  El presidente Mauricio Macri evalúa en estos momentos qué sucederá con el funcionario. En principio hay dos alternativas. Una es la de removerlo del cargo, exigida por los socios del PRO en Cambiemos; la otra es pedirle al funcionario que tenga un gesto de grandeza y solicite una licencia. Por otra parte, el subsecretario general de Presidencia, fue denunciado hoy penalmente por el diputado del Frente para la Victoria Rodolfo Tailhade, quien pidió investigar al funcionario por los delitos de lavado de dinero y omisión maliciosa en la presentación de declaración jurada de un funcionario público. El caso quedó a cargo del juez federal Claudio Bonadio y de la fiscal Alejandra Mangano. El primer paso estará a cargo de la Fiscalía, que deberá decidir si abre formalmente una causa judicial para investigar a Díaz Gilligan.