Después de haber quedado en libertad el viernes al mediodía, la situación se agravó para Esteban González Zablocki cuando horas más tarde murió Jorge Alberto Gómez, el taxista al que agredió con una golpiza salvaje en Ensenada. Por eso el juez de la causa, Juan Pablo Massi, dictó su detención este sábado por la tarde. "Sorpresivamente nos notifica la fiscal que el juez revirtió la resolución de la eximición de prisión y mandó a hacer efectiva la detención. Ahora, como defensa tendremos que plantear los recusos para que la Cámara revise una resolución que tomó de oficio el juez de garantías", le explicó a TN Gabriel Mendy, uno de los abogados de González Zablocki. Además, se confirmó que la causa fue recaratulada como homicidio agravado. "El cambio de la decisión de detener a nuestro cliente está justificado por el cambio de carátula. Vamos a seguir la vía recursiva que tenemos para tratar de mejorar la situación de nuestro defendido. Él se presento nuevamente este sábado a declarar pero no habló", confirmó Mendy. Gómez, el taxista que fue salvajemente agredido durante una discusión de tránsito en Ensenada, murió este viernes luego de estar internado en estado de coma. Tenía 52 años y su cuadro era muy delicado. Presentaba daño neurológico a raíz de los golpes que recibió en la cabeza en la madrugada del lunes en el cruce de las calles 126 y 60 en Ensenada. Las cámaras de seguridad de la comuna registraron el momento en que el González Zablocki bajó de su vehículo y comenzó a pegarle. En las imágenes se puede ver que le da una docena de golpes en la cabeza y varias patadas. Ante lo sucedido, los empleados del centro de monitoreo de Ensenada dieron aviso inmediato a la Policía y a una ambulancia que trasladó a Gómez al hospital Cestino, donde se comprobó que tenía una hemorragia interna profunda. La complejidad del cuadro derivó en su posterior traslado al Hospital Cuenta Alta, en Cañuelas, donde se encontraba conectado a un respirador artificial y en estado de coma. Esteban González Zablocki ya había tenido sobradas muestras de que con sus manos podía matar. No solamente porque practicaba el estilo kyokushin del karate, que si bien enseña a controlar la mente también sirve para el combate real, sino porque en 2013 ya había herido gravemente a un amigo. La primera vez que González Zablocki demostró el poder que tenía fue en el verano de ese año, cuando compartió con sus compañeros de colegio unas vacaciones en Mar del Plata. Una noche, en medio de una discusión sorprendió a los golpes a Gabriel Coronel. Con apenas 22 años, el agresor dejó al borde de la muerte a su propio amigo. Gabriel terminó con placas de titanio en el maxilar. FUENTE: TN