Ayer por la mañana, los acusados de la violación grupal cometida en Palermo a fines de febrero, fueron citados nuevamente a ampliar su declaración indagatoria luego de que se hallara semen en varias de las prendas que vestían durante el hecho, así como en la ropa y en el cuerpo de la víctima. También, un estudio toxicológico reveló la presencia de metanfetaminas -posiblemente éxtasis- en la sangre de la joven. Tal como en su declaración original, se negaron a dar explicaciones, todos menos dos de ellos. Uno es Franco Lykan, el otro es Ignacio Retondo. Retondo, oriundo de Vicente López, estudiante de relaciones internacionales de la UNSAM y militante político de una organización kirchnerista -hoy repudiado por su facultad y por el Frente de Todos- decidió hablar por Zoom desde la comisaría porteña donde se encuentra encerrado. Retondo narró, siempre según su versión, de qué manera conoció en la madrugada del hecho a la víctima y a los otros tres detenidos: Ángel Rámos, Alexis Cuzzoni y Thomas Domínguez. Lo que declaró difiere con respecto a lo que contó la joven de 20 años: “Estando en Plaza Serrano, el dicente quiso ir a un baño químico que está ahí. Fue y estaba ocupado. Se queda ahí esperando un rato, vuelve a tocar la puerta y nadie le contestaba. Hasta que abre la puerta y se encuentra con una chica semi desnuda. sentada, apoyada sobre la puerta del baño. Automáticamente el dicente cierra la puerta y cruza y va a buscar a dos chicas que estaban en la plaza para que le den auxilio porque el dicente no la quiso tocar. Estas chicas la sacan, la llevan a la plaza con ellas y esta chica no paraba de vomitar, se sentía muy mal.”. La chica a la que se refiere Retondo, sería la víctima de la posterior violación. “Con respecto al acto sexual que observó, el dicente la vio a ella subirse arriba de él, moverse, estaba apoyada en la parte de arriba de la guantera, lo que sería el torpedo del auto, ponía caras, se veía eso. El dicente le dijo a Ciongo que no daba entrar al auto, los otros decían ‘mira cómo se mueve’, hablaban que querían sumarse, y no sabe por qué Ciongo se subió, no sabe qué le dio. A la chica la vio inclinarse hacia Ciongo, no sabe si hacia sus genitales o su boca, no lo vio, sólo la vio inclinarse. A preguntas sobre en qué condición la vio a la chica, dice que la primera vez que la vio, la vio bien, hablaba, no la vio tambalearse ni nada, fue el único contacto porque la segunda vez ya caminaba abrazada al chico con el que se subió al auto. Al principio iba caminando bien, charlaba, no la vio mal, como ser re pasada o algo así”. Básicamente, Retondo aseguró que el encuentro fue consentido y que “se considera totalmente inocente”. Fuente: Infobae