La selección de Brasil venció agónicamente como visitante a Perú, por 1-0, en el encuentro que cerró la realización de la segunda fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026. En el estadio Nacional de Lima, el equipo dirigido por el también DT del Fluminense, Fernando Diniz, se llevó el triunfo con un cabezazo de Marquinhos, a los 45' de la segunda etapa. Con este resultado en el deslucido cotejo celebrado en la capital peruana, el combinado brasileño es, junto a su par de la Argentina (que el martes despachó a Bolivia por 3-0 en La Paz), uno de los líderes de la clasificación continental, ambos con 6 unidades. Brasil se topará en la tercera fecha con Venezuela, en condición de local, mientras que Perú, que reúne un punto y no marcó goles todavía, visitará en el clásico del Pacífico a Chile. Ambos encuentros se animarán el 12 de octubre. Los dos equipos intentaron presionar alto e incomodar bien arriba. Pero solamente el elenco visitante fue profundo y generó algo de zozobra, a pesar de su discontinuidad. De hecho, el árbitro argentino Fernando Rapallini debió apelar a fondo a la colaboración de sus compatriotas del VAR, Germán Delfino y Silvio Trucco, a partir de sendas maniobras que finalizaron en la red, pero que fueron anuladas por posiciones adelantadas. A los 17', en una acción mucho más clara, desde la cabina tecnológica solicitaron la anulación de un tanto que había marcado Raphinha. Pero sobre los 29'., las deliberaciones y los trazados de líneas fueron reiterados, a punto tal que los jueces argentinos demoraron seis minutos para invalidar una conquista que había llegado, a través de un cabezazo de Richarlison. En ese contexto, aún con un Neymar contenido, el conjunto visitante estuvo más cerca del desnivel y generó una chance clarísima, a los 44' cuando -precisamente- el ex Barcelona y París Saint Germain quedó cara a cara y exigió una notable respuesta del arquero Gallese. El segundo período mostró una imagen más deslucida por parte de ambos. Porque el combinado ‘verdeamarelho’ perdió la fluidez en el traslado y dividió la posesión de la pelota. Perú se animó algo más, es cierto, pero el arco de Ederson continuó quedándole muy lejos. La modorra se sacudía, únicamente, a partir de alguna acción individual. Así, Raphinha metió un sablazo recto que derivó en una buena contención de Gallese (26m.). El partido navegaba en la intrascendencia y en la abulia. Hasta que apareció Marquinhos, con un cabezazo y tras centro de Neymar, para alargar la racha de paternidad de Brasil en sus duelos de eliminatorias ante los equipos peruanos, a punto tal que se mantiene invicto y ganó 10 de los 14 encuentros que se disputaron entre ambos.