A un poco menos de 24 horas de haber concluido el debate, Mauricio Macri vivió un día frenético, como la mayoría de sus jornadas desde que comenzó el proceso electoral. Ayer cruzó la cordillera de Los Andes en avión, regresando desde Chile, donde se encontraba desde el miércoles, y en la mañana de este lunes retomó sus actividades políticas en Buenos Aires. El acontecimiento más destacado fue un encuentro privado con Javier Milei. Tal vez como un gesto de apoyo, el expresidente decidió visitar al candidato de La Libertad Avanza cuando el sol estaba a punto de ponerse. Esta fue otra aproximación entre ambos, a seis días del balotaje contra Sergio Massa, y en medio de la incertidumbre que aún persiste por la ruptura. Un dato del debate de la noche del domingo fue la ausencia de invitados de JxC en la zona de Milei. Tampoco los hubo en el sector de Massa. Aunque por la alianza entre Macri y Patricia Bullrich con La Libertad Avanza no se descartaba que se acercaran referentes del PRO para mostrar una foto de respaldo político a Milei. No sucedió. Así como tampoco hubo un apoyo masivo luego del debate. Incluso, hubo críticas entre los referentes de la coalición opositora por el desempeño del candidato liberal en la contienda televisiva con Massa en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Para aquietar las aguas, desde La Libertad Avanza explicaron que no estaba prevista la presencia de dirigentes del macrismo ni del bullrichismo porque son “extrapartidarios”, y que como el espacio era limitado, priorizaron extender invitaciones a referentes libertarios. En cuanto al desempeño en el debate, los equipos de campaña de Milei -y el propio candidato en declaraciones a la prensa- indicaron que estaban satisfechos, que ejecutaron un despliegue conforme los objetivos planificados y acusaron de “mentiroso” al ministro de Economía. En medio de este clima, cuando aún se analizan los highlights del mano a mano, mientras los memes con los cruces entre Milei y Massa invaden las redes sociales y los encuestadores hacen mediciones masivas a días de la votación del domingo, Macri se acercó al Hotel Libertador, en Maipú y Avenida Córdoba. Allí es donde el economista divulgador de la Escuela Austríaca montó su búnker de campaña -y donde también instaló provisoriamente su casa-. El exmandatario llegó en la camioneta negra que habitualmente lo traslada, escoltado por sus custodias.   La reunión duró cerca de 60 minutos. Los dirigentes conversaron sobre el debate, la fiscalización para el domingo y sobre la cifra de inflación que se conoció esta tarde. El encuentro fue en un extremo hermetismo, aunque el rumor de la visita comenzó a circular y un grupo de cronistas de televisión que hacían guardia en el hotel pudieron captar la salida fugaz de Macri, que se retiró en una camioneta distinta a la que habitualmente se mueve, como gesto de distracción para evitar las cámaras. Los periodistas corrieron hasta el auto sin poder obtener declaraciones, aunque recibieron empujones y golpes de la custodia que cercaban el vehículo en el que se fue el expresidente.