El presidente electo, Javier Milei, dijo que aspira a que las medidas que tomará el equipo económico que pondrá en funciones luego del cambio de Gobierno permitan terminar con la inflación en un lapso de 18 a 24 meses, pero aseguró que la primera parte de su gestión va a estar signada por una caída en la actividad económica y altos niveles de inflación que ya fue producida por las políticas llevadas adelante en los últimos meses y que actúan sobre el nivel general de precios con hasta dos años de rezago. “Va a haber una estanflación”, dijo el mandatario entrante. La estanflación es un término acuñado para definir situaciones macro en las que la actividad económica se estanca o cae al mismo tiempo que la inflación se mantiene alta. En declaraciones a Radio la Red, justo después de llegar de su viaje a los Estados Unidos acompañado por el que será su ministro de Economía, Luis Caputo, Milei anticipó tiempos duros en materia de actividad económica e inflación para el inicio de su presidencia. “Va a haber una estanflación, porque cuando hagas el reordenamiento fiscal eso va a impactar negativamente en la actividad económica”, respondió ante una consulta respecto a cómo seguirán los precios en los próximos meses. “Por eso digo que la única billetera que va a estar abierta es la de Capital Humano para dar contención a los caídos. La inflación tiene que ver con lo que vos hiciste en política monetaria hace 24 meses y eso ya fue decidido, ya fue hecho. La política monetaria actúa con rezagos”, comentó. “La inflación está jugada, ¿por qué? Porque tiene que ver con lo que hiciste hace dos años. La inflación va a seguir alta porque es el resultado del descalabro que hizo este Gobierno. Estamos creando todos los mecanismos para detener la emisión de dinero para que en un lapso de entre 18 a 24 meses terminar con la inflación. Esa es la evidencia empírica del caso argentino. La convertibilidad, que funcionaba bajo esa misma regla, tardó 20 meses”, agregó. Milei regresó desde Estados Unidos después de un viaje de dos días, pero tanto Caputo como Nicolás Posse -el que será jefe de Gabinete en el nuevo gobierno- permanecen en Washington donde, según dijo el mandatario electo, mantendrán una reunión con representantes del Fondo Monetario Internacional. La búsqueda de apoyo para la continuidad del programa con el Fondo, posibles líneas de financiamiento para “desarmar la bomba de las Leliq” y otras gestiones fueron el eje del viaje de Milei y sus futuros funcionarios. “Estamos avanzando fuertemente. La reunión con el Tesoro y con el Fondo fueron protagonizadas por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y por Luis Caputo. Tengo la devolución de lo que fue la reunión con el Tesoro, que fue excelente los resultados. Ellos comprenden a la perfección la problemática de la Argentina, están muy compenetrados con lo que tiene que ver las Leliq. En ese sentido, el ministro de Economía, Luis Caputo, pudo discutir en profundidad esos temas. Hubo una excelente recepción y entienden a la perfección el desafío de lo que estamos enfrentando. Eso fue muy bueno”, afirmó Milei. Continuando con sus declaraciones en Radio la Red, Milei trazó un paralelo entre la situación econímica actual y la que existía en 1975, cuando se consumó el recordado “Rodrigazo”. “En 1975, el sobrante monetario era de 5 puntos del PBI. Cuando resolviste ese problema, la inflación se multiplicó por 6. Quiere decir que hoy nos iríamos a 1.800% de inflación. Pero tenés un problema adicional que hoy el sobrante monetario es el doble que teníamos en aquel momento. Estaríamos hablando de 3.600% de inflación. Y cuando vos tomás la relación de los pasivos remunerados en relación con la base, vos podríamos multiplicar la base por cuatro veces. Estamos peor que en la previa de la hiperinflación de [Raúl] Alfonsín. ¿Queremos seguir con esta fiesta? Después no se quejen. Los que plantean este problema porque no quieren tocar la propia serán los responsables ante la sociedad de generar un desastre hiperinflacionario que será el peor de la historia con el agravante de que estamos partiendo de niveles de pobreza e indigencia peores que en el 2001. ¿Quieren continuar con esta irresponsabilidad? Ese es el resultado. La respuesta es que hay que poner los números en orden. La respuesta es corten otros gastos y paguen los salarios. No hay más plata”, aseguró. En ese sentido, por último, Milei se refirió a la necesidad de hacer un ajuste de las cuentas públicas y al aval político que -sostiene- le dieron las urnas para llevarlo a cabo. “El mandato ha sido claro, no existe registro histórico en la historia de la humanidad de que haya ganado un candidato que en su programa diga que va a ajustar. Y no existe un consenso tan grande en la sociedad, hoy más del 80% de la sociedad avala de que tiene que haber un ajuste. En todas las reuniones que tenemos sorprende eso, el hecho de haber dicho la verdad de manera brutal, cruda. El kirchnerismo en estos 20 años se ha caracterizado por ser muy sensiblero en esta materia, y el salario promedio de los argentinos es de USD 300, y los desalmados de los liberales de los ‘90 era de USD 1800. Es decir que hoy, el salario promedio de los argentinos sería de 1.800.000 pesos. Los números mandan”, concluyó.