Una historia aberrante comenzó a llegar a su fin en los últimos días en los tribunales porteños. En febrero último, un cerrajero de 67 años fue detenido en su casa de Parque Chacabuco. La acusación: tomarle fotos a su nieta mientras estaba desnuda, forzándola a posar, con claras connotaciones sexuales. El propio padre de la menor denunció el hecho ese mismo mes, tras encontrar las imágenes distribuidas en internet. Así, el hombre fue allanado, con una causa en su contra a cargo de la fiscal Daniela Dupuy y el Cuerpo de Investigaciones Judiciales, con un procedimiento realizado por la Policía de la Ciudad. Se le incautaron tres computadoras, tres cámaras, una cartuchera con DVDs de pornografía y un disco rígido externo. En su mesa de luz tenía un revolver 38 cargado, sin papeles. Entre todos los dispositivos se hallaron, al menos, 300 imágenes de la menor, que hoy tiene 17 años. La investigación de la fiscal Dupuy descubrió que la víctima fue forzada a posar desde sus 14 hasta meses atrás. Las fotos fueron analizadas en detalle. En una de ellas se encontró una mano, que llamó la atención de los peritos. Esa mano, que sostenía una luz para iluminar la escena, aseguran fuentes de la causa, atravesó análisis morfológicos: resultó ser de la hija del cerrajero, la madre de la menor. Hoy, tanto el abuelo como la madre están detenidos. El hombre quedó imputado por la producción, tenencia y publicación de imágenes con contenido de explotación sexual infantil, y por tenencia de un arma de guerra cargada sin la debida autorización, en concurso real con corrupción de menores, agravado por el vínculo. Por su parte, la madre quedó imputada por ser coautora de la producción de imágenes con contenido de explotación sexual infantil y facilitar la corrupción de menores, con una causa bajo la firma del Juzgado Penal y Contravencional N°3. La menor todavía no declaró en la causa que investiga Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas de la fiscal Dupuy: se espera que dé su testimonio en el contexto de una cámara Gesell. Mientras tanto, se encuentra resguardada por familiares. “La difusión de estos casos es importante. Aunque sea un hecho aberrante y genere un impacto emocional grande, las estadísticas nos demuestran que durante los 3 meses posteriores a poner en conocimiento público estos casos con allanamientos y detenciones, se logra disminuir considerablemente el tráfico en línea, según las mediciones de los organismos internacionales especializados en la materia”, sostuvo el fiscal general de la Ciudad, Juan Bautista Mahiques.