La fórmula de Leonel Esteban Borroni como streamer era sencilla: ver el mundo a bordo de su moto. Se mostraba en videos simpáticos en diferentes situaciones, a través del conurbano bonaerense, el interior de la Argentina, Bolivia o Paraguay. Rara vez era turístico lo que hacía. Siempre iba al barrio real, zonas donde su moto podría ser un botín interesante. No le iba mal, precisamente. Con el alias de “Un León Viajero”, acumuló 137 mil seguidores en Tik Tok con 3,3 millones de likes, 108 mil suscriptores en Youtube, otros 164 mil seguidores en Instagram. Hoy, Borroni se encuentra detenido en una celda, a la espera de ser indagado por el delito de tenencia y distribución de material pedófilo, fotos de abuso sexual infantil que muestran a chicos, varones de menos de 13 años. No lo hacía en las viejas redes P2P, como eMule o Kazaa, populares dos décadas atrás y todavía en funcionamiento, o en grupos de Telegram. Lo hacía, según investigadores del caso, en la plataforma de Google. Borroni, según confirmaron fuentes del caso, fue arrestado ayer por la División Delitos Cibernéticos contra la Niñez y Adolescencia Policía Federal en su casa de Isidro Casanova, en una causa a cargo de la la Ayudantía Fiscal N°2 del Departamento Judicial La Matanza, a cargo de Luis Brogna, con las ayudantes fiscales Lorena Pecorelli y Daniela Sánchez, tras una alerta en su contra de la organización estadounidense NCMEC, que depende del Congreso en Washington DC y rastrea movimientos de material prohibido. Otros tres sospechosos fueron arrestados en la misma causa, entre ellos un menor de edad, de 17 años, un profesor de educación física y un empleado de una empresa de tecnología. Las actuaciones se iniciaron tras el análisis de 18 reportes categorizados como “prioridad Nivel E” del National Center For Missinng and Exploited Children. Estos documentos, en donde figuraban menores tanto argentinos como del exterior, fueron enviados a la unidad de identificación de víctimas de la Policía Federal y a Interpol, desde donde se constató que, supuestamente, había producción casera de material pornográfico infantil en Argentina, un delito que no se le imputa a Borroni. “Del análisis del material reportado, se identificaron más de 300 imágenes de material de abuso sexual infantil, el cual podría ser inédito -de producción nueva o propia-, visualizándose en el material distribuido a niños víctimas menores de 13 años de edad, en su mayoría varones, abusados por sujetos mayores de edad tanto hombres como mujeres”, asegura un informe del caso. Así, se detuvo a los otros sospechosos en Virrey del Pino, Laferrere, Rafael Castillo y González Catán, con la autorización de los juzgados de Garantías N° 4, 5 y 6 de La Matanza. En la casa de Borroni se incautaron más dispositivos, que podrán ser peritados y podrían profundizar la acusación en su contra. Sin embargo, estiman fuentes del caso, podrá ser liberado tras su indagatoria. Los casos de tenencia de material pedófilo suelen terminar con una pena en suspenso. El análisis de imagen del caso, por otra parte, reveló una tendencia en ascenso: se encontraron varias imágenes de abuso sexual infantil creadas con inteligencia artificial.