Luego de seis meses de idas y venidas constantes, que incluyeron reveses y frustraciones para el oficialismo, el Gobierno busca celebrar este jueves la aprobación definitiva de la Ley Bases y del paquete fiscal, que ayer fueron refrendados con dictamen de mayoría en la Cámara de Diputados. El cuerpo que preside Martín Menem sesionará desde el mediodía este jueves 27 de junio. Existe un acuerdo entre La Libertad Avanza y los dialoguistas para aceptar los cambios del Senado, aunque insistirán con la reposición del impuesto a las Ganancias y los cambios en Bienes Personales. En el caso de la Ley Bases, se resolverá mediante una única votación de todo el texto, respaldando la totalidad de las modificaciones aplicadas por el Senado. Estas modificaciones incluyen también el paquete de privatizaciones sin Aerolíneas Argentinas, el Correo y los medios públicos. Diputados nacionales de Unión por la Patria, el Frente de Izquierda y el socialista Esteban Paulón festejaron ayer junto a trabajadores de esas empresas que al menos en esta instancia el oficialismo haya dejado de lado su intento por privatizarlas. También quedó fuera del dictamen la eliminación de la moratoria previsional, un tema que traería un fuerte revuelo si se decidiera insistir dado que el capítulo había sido retirado del texto que se sometió a consideración en el Senado. De esta manera, el régimen especial que permite regularizar deudas previsionales y otorgarles la jubilación a personas que no llegaron a los 30 años de aportes al SIPA, seguirá vigente. El dictamen del paquete fiscal tendrá cuatro votaciones en total, comenzando por el artículo 111 sobre gastos tributarios, que busca eliminar los regímenes especiales de provincias como Tierra del Fuego. Sin embargo, es casi imposible que se logre avanzar ya que este artículo fue rechazado en la Cámara alta con las dos terceras partes de los votos. La segunda votación en particular será la de Ganancias, y seguidamente se pondrá en votación Bienes Personales. La última votación será para el resto del articulado de la ley fiscal en su conjunto.   Se estima que la sesión tendrá una duración no inferior a las 12 horas y un máximo de 15, con un total de 40 oradores anotados. En cuanto a la restitución del impuesto a las Ganancias, hasta ayer, en la tropa de La Libertad Avanza y en los bloques dialoguistas daban a entender que la misma estaba en la cuerda floja. No obstante, con el correr de las horas se fue afinando el poroteo y aparecieron los votos, a cuentagotas, lo cual trajo alivio. La presión que ejercieron los gobernadores de distintos signos políticos, que ayer marcaron la cancha en el Consejo Federal de Inversiones, influyó para arrimar los votos que estaban faltando. Si bien al oficialismo no le sobra nada, solamente precisará de la mayoría simple de las voluntades (mitad más uno de los presentes) para rescatar Ganancias, lo cual alienta las perspectivas de triunfo. La base de apoyos que sustenta la expectativa oficial es similar a la conseguida en la media sanción de fines de abril, cuando se lograron 132 votos afirmativos. Más allá de cuál sea el formato final que adopten las iniciativas de Bases y Fiscal, Javier Milei tendrá al cabo de la sesión su primer par de leyes aprobadas. Si bien el número es exiguo, la sanción definitiva será un hito y un punto de inflexión en su gestión por el volumen de reformas que contienen cada una de esas dos leyes, que para el presidente constituyen "las cajas de herramientas necesarias para reparar los daños en la economía argentina". Más allá del contenido de las reformas, la mayoría de las cuales le quedaba igualmente al Poder Ejecutivo a tiro de decretos, lo verdaderamente relevante de la sanción definitiva, habiendo transcurrido engorrosos seis meses desde que la Ley Bases fue presentada, es el mensaje político que logra irradiar hacia afuera, en especial hacia los inversores. En un escenario de semejante inestabilidad económica, con el riesgo país disparado, las acciones y bonos argentinos en picada y el dólar paralelo en valores récord, la noticia de que el Gobierno logró domar al sistema político mediante acuerdos parlamentarios que cristalizaron en leyes insignia, no es poca cosa para Milei y un Gobierno que navega sobre aguas inciertas. Con estas leyes bajo el brazo, el presidente encabezará el postergado "Pacto de Mayo" el 9 de julio en Tucumán, en ocasión del Día de la Independencia. Tras haber acusado de "nido de ratas" al Congreso y de atacar a la oposición dialoguista en reiteradas ocasiones con improperios semejantes, la escenificación a toda pompa que Milei prepara para esa fecha será su forma de cerrar las heridas, pasar de página y coronar este proceso que costó seis meses de desgastantes negociaciones