El Gobierno de Javier Milei ha decidido posponer nuevamente la implementación de la mayoría de los impuestos sobre los combustibles. En consecuencia, los precios de las naftas y el gasoil aumentarán en promedio un 2,5% en todo el país. Con este ajuste mensual, todos los tipos de combustibles superarán el costo de $1.000 por litro. Fuentes empresariales y gubernamentales han confirmado que el incremento en las estaciones de servicio, efectivo a partir del próximo lunes, oscilará entre un 2,5% y un 3%. La razón principal de este aumento es la devaluación mensual del peso, conocida como "crawling peg", que el Poder Ejecutivo permite a razón de un 2% cada mes. Para evitar un incremento superior al 15% de una sola vez, el equipo económico de Milei ha decidido suspender la actualización correspondiente a septiembre de los Impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC). Así, la Secretaría de Energía aplicará un ajuste equivalente a un aumento del 1% en los precios de los surtidores.