Este viernes por la tarde hubo una reunión clave con los jefes de los bloques de diputados más cercanos al oficialismo, el presidente Javier Milei, firmó el veto total de la ley que establece una nueva fórmula de movilidad jubilatoria. Al encuentro en la Casa Rosada solo fueron invitados algunos legisladores de LLA, el PRO y el MID, que garantizaron su apoyo total a la postura del Gobierno. Tanto radicales como el peronismo y el bloque Encuentro Federal, dirigido por Miguel Ángel Pichetto, adelantaron públicamente que planean insistir con el proyecto que fue aprobado por amplia mayoría en las dos Cámaras del Congreso. Para dejar sin efecto un veto presidencial la Cámara de Diputados y el Senado tienen que volver a aprobar la ley, pero con dos tercios de los votos de los presentes. Hace dos meses, cuando el proyecto obtuvo la media sanción en Diputados la votación terminó con 160 votos afirmativos a 72 negativos. Los dos tercios se alcanzan con 171 votos, pero como en aquella oportunidad hubo 16 ausentes, esa mayoría especial se logró con apenas 160 votos. Dado que no hay un límite de tiempo para insistir con el proyecto original, la discusión podría darse en simultáneo con el debate del Presupuesto 2025, que llegará al Congreso en dos semanas. “Cuando los gobernadores vean el Presupuesto hay que ver cómo juegan”, detallaron. En otrainstancia, algunos planteaban otra estrategia para obligar al Gobierno a negociar: tratar el mismo día la validez del DNU de Milei que establece la actualización de los haberes por el índice de precios. La amenaza latente sería que si la Casa Rosada juega muy fuerte para bloquear los dos tercios y sostener el veto presidencial, la oposición podría anular la fórmula actual y volver la negociación a cero.