El presidente de la Argentina inició el veto a la ley de financiamiento universitario el miércoles 2 deoctubre al finalizar la masiva marcha en defensa de la educación pública. Tanto la Casa Rosada como los referentes de la LLA en el Congreso buscan asegurar los votos necesarios para blindar la decisión presidencial, por ende todos apuntan y concentran su visión en Mauricio Macri. Tanto el peronismo como el radicalismo y el bloque que conduce Miguel Ángel Pichetto pidieron de inmediato una sesión para insistir con la ley, saben que mientras más cerca de la movilización sea, mayor será la presión social que sientan los diputados, por lo que habrá mejores chances de éxito. La fecha elegida fue el miércoles 9 de octubre y necesitan el voto de dos tercios de los presentes. Las primeras señales que llegaron fueron negativas para el Gobierno. En cuanto a Mauricio Macri quien se pronunció a través de redes sociales luego del veto a la reforma jubilatoria, esta vez mantuvo silencio y dejó que especulen sobre su pensamiento. En la última reunión con senadores amarillos también evitó dar definiciones claras. De hecho dijo que la educación pública es una “bandera histórica” de su fuerza política, con sintomas de defenderla. En el entorno del presidente de la Cámara de Diputados reconocen que todo puede encaminarse si Macri habla públicamente. “Macri es el único que puede ordenar esto, además él sabe que las partidas no se pueden indexar por inflación y también que si el PRO no se ordena se va a terminar dividiendo, porque los 14 diputados que responden a Patricia nos van a apoyar”, explicaron.