Como es habitual los días miércoles, un grupo de jubilados, dirigentes sindicales y políticos se concentró cerca del Congreso de la Nación para llevar a cabo una protesta. La manifestación, aunque de carácter habitual, estuvo marcada por un intenso dispositivo de seguridad en cumplimiento de las medidas adoptadas por el Ministerio de Seguridad para prevenir bloqueos de tránsito. El evento comenzó puntualmente a las 17 horas, cuando los manifestantes comenzaron a movilizarse por los laterales del edificio del Congreso. Sin embargo, se produjeron enfrentamientos con la policía, que impidió que los participantes bajaran a la calle y cortaran el tráfico, lo que generó un ambiente de fricción. En medio de los incidentes, se reportaron gases lacrimógenos, empujones y discursos agresivos entre los manifestantes y los agentes. Para controlar la situación, las fuerzas de seguridad establecieron cordones de contención y utilizaron motos para dispersar a la multitud y despejar el área. La manifestación se lleva a cabo en un contexto de creciente tensión social, luego de los graves incidentes ocurridos hace dos semanas, cuando una protesta similar derivó en enfrentamientos violentos entre hinchadas de fútbol y la policía. Como resultado, Pablo Grillo, un fotógrafo, sufrió heridas de gravedad y permanece internado en el Hospital Ramos Mejía. En esta oportunidad, el operativo policial fue modificado, con los accesos bloqueados y una reubicación ordenada de los manifestantes. Un grupo de trabajadores de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que llegó por avenida Rivadavia con bombos, trompetas y banderas, fue desplazado sin mayores inconvenientes a la vereda de Plaza Congreso.