Pablo Otero, más conocido como el 'Señor del tabaco' por su influencia en el sector, fue denunciado penalmente por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) por presunto lavado de dinero, en una causa que actualmente está siendo analizada por la jueza María Servini. El eje de la denuncia se centra en un informe elaborado por la División de Fiscalización Externa del organismo, que detectó maniobras irregulares en la venta de cigarrillos entre 2021 y 2023. Según ARCA, Tabacalera Sarandí, propiedad de Otero, habría vendido productos por más de $33.600 millones a 23 distribuidoras sin capacidad operativa real. El organismo sospecha que esas operaciones fueron simuladas para ingresar al circuito legal dinero en negro, mediante la venta de cigarrillos de marcas como Red Point, West, Kiel y Master. Según la investigación, las empresas compradoras no contaban con estructura edilicia, personal contratado ni solvencia financiera. Cabe aclarar, que también emitían facturas con márgenes casi nulos, es decir precios de reventa similares al de compra y pagaban en efectivo o a través de cuentas recaudadoras, lo que hacía imposible rastrear estos fondos. “Se identificaron inconsistencias que apuntan a un circuito de lavado con facturación apócrifa y simulación de actividad comercial”, indica la denuncia de ARCA. Otero comenzó a construir su imperio en 2018, cuando logró evitar el pago del impuesto mínimo al tabaco que había impuesto el gobierno de Mauricio Macri. Argumentaba que su compañía operaba como una pyme y que el tributo era confiscatorio. Esa estrategia le permitió mantener precios bajos y ganar una porción de mercado desproporcionada. Según estimaciones del sector, Tabacalera Sarandí pasó de controlar el 5,6% del mercado en 2016 al 38,4% en 2023, convirtiéndose en un actor dominante gracias a su ventaja impositiva.